Alegría y cautela entre activistas
El fiscal general Jeff Sessions anunció ayer su dimisión a petición del presidente del país, Donald Trump, tras más de año y medio de tensiones por su decisión de apartarse de la investigación de la trama rusa.
“¡Agradecemos al fiscal general Jeff Sessions su servicio y le deseamos el bien! Un sustituto permanente será nominado en una fecha posterior”, dijo en Twitter el mandatario, quien confirmó que aceptaba la renuncia.
Trump informó que el sustituto de forma interina al mando del Departamento de Justicia será el hasta ahora jefe de gabinete de Sessions, Matthew Whitaker.
El fiscal general comunicó la dimisión en una carta remitida al mandatario y hecha pública ayer, en la que no se precisa la fecha.
“A su petición, le envío mi renuncia”, asegura Sessions en la misiva firmada por él, en la que no hizo ninguna crítica al presidente y se limitó a agradecer el trabajo realizado al personal del departamento que dirigía.
Sessions ha aplicado con éxito desde su llegada al Gobierno la agenda ultraconservadora fijada por Trump, centrada en proteger las religiones ante casos de discriminación sexual, atacar los mecanismos de discriminación positiva hacia minorías e implementar políticas para combatir la inmigración irregular en el país.
La situación entre Trump y Sessions llevaba siendo tensa con altibajos desde hace más de un año y medio, como consecuencia de la decisión del fiscal general de inhibirse de la investigación de la trama rusa por sus contactos con Moscú.
Este paso precedió al nombramiento del fiscal especial Robert Mueller para que investigara de forma independiente la supuesta coordina-
ción entre la campaña del presidente y el Kremlin en los comicios de 2016, en unas pesquisas que Trump ha calificado de “caza de brujas”.
El mandatario nunca aceptó el paso dado por Sessions, que llevó a que el “número dos” del Departamento de Justicia, Rod Rosenstein, tomara las riendas sobre la investigación de la trama rusa y nombrara a Mueller.
Ahora, Whitaker se hará cargo de supervisar las pesquisas del fiscal especial, corroboró hoy a Efe un portavoz del Departamento de Justicia.
“El fiscal general en funciones está al cargo de todos los asuntos que conciernen al Departamento de Justicia”, dijo el funcionario, que pidió el anonimato.
En septiembre de 2017, Whitaker escribió una columna de opinión para la cadena CNN en la que advirtió que Mueller estaba “peligrosamente cerca de cruzar” una “línea roja”, en referencia a su indagación sobre los posibles lazos financieros de Trump con Rusia.
Whitaker fue en el pasado fiscal federal para el Distrito Sur de Iowa y en 2014 se presentó a las primarias del Partido Republicano para ser senador por este estado, aunque no tuvo éxito.
Ahora, Mueller rendirá cuentas ante Whitaker, que en última instancia sería el encargado de despedirle y que deberá decidir si un potencial informe sobre la investigación de la trama rusa tiene implicaciones suficientes para hacerlo público y llevarlo al Congreso o, por contra, enterrarlo.
Por el momento, se desconoce el tiempo que el fiscal general interino estará al frente. A la hora de consolidar uno permanente, Trump deberá lograr que el Senado lo confirme, algo que parece factible tras los resultados de los comicios de ayer que reforzaron la mayoría republicana en esta cámara.l Organizaciones defensoras de los derechos civiles y de los inmigrantes expresaron ayer su alegría por la renuncia de Jeff Sessions, pero se mostraron cautelosos ante la posibilidad de que se mantengan las políticas que lideró. “Estamos contentos de que Sessions deje su puesto, pero no sabemos quién lo reemplazará. Sea quien sea, sabemos que seguirá la misma norma antiinmigrante de la presente Administración”, dijo César Vargas, cofundador del grupo de “soñadores” Dream Action Coalition. Richard Cohen, presidente del Southern Poverty Law Center (SPLC), indicó que “irónicamente” se puede sentir incluso “pena” por lo que le ha sucedido a Sessions con Trump, pero recordó que su “legado” será el de ser el “arquitecto de la guerra de Trump contra los inmigrantes”.
En este sentido, Vargas indicó que para muchos Sessions se había convertido en la “imagen” del sentimiento antiinmigrante de la Administración Trump. Cohen manifestó que, a pesar de la renuncia del procurador general, están “profundamente preocupados por lo que viene después”.
Por su parte, Anthony D. Romero, director ejecutivo de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), calificó a Sessions como “el peor procurador general de la historia moderna de los EEUU”.
Romero consideró que Sessions violó los “derechos y libertades civiles” y su mandato fue una “verdadera desgracia para las protecciones constitucionales” del país.
Citó entre otros motivos, el “plan” de Sessions para deportar a los “soñadores”, su intento de “perpetuar y ampliar la aplicación sin sentido de leyes racistas” y abandonar las “protecciones para mujeres que sufren violencia doméstica”.