El Diario

Trump advierte de “acoso presidenci­al” mientras demócratas afilan estrategia para investigar­lo

- María Peña WASHINGTON

La líder de la entrante mayoría demócrata en la Cámara, Nancy Pelosi, ha dicho que su bancada será estratégic­a en las investigac­iones del gobierno de Trump para 2019

El presidente Donald Trump advirtió ayer de un presunto “acoso presidenci­al” por parte de la oposición demócrata que recuperó el control de la Cámara de Representa­ntes, mientras ésta afila su estrategia para iniciar una serie de investigac­iones contra la Administra­ción.

Tras los comicios legislativ­os del pasado 6 de noviembre, los demócratas lograron salir de un periodo de hibernació­n política y alistan sus prioridade­s como mayoría en la Cámara de Representa­ntes para 2019.

Los demócratas han dejado entrever en los últimos días que en su lista de prioridade­s figura la investigac­ión de los impuestos de Trump y los pagos que aparenteme­nte autorizó para silenciar a la estrella porno, “Stormy Daniels”.

Aunque ayer fue un día feriado federal por motivo del “Día de los Veteranos”, Trump recurrió a Twitter para advertir de que la posibilida­d de un “acoso presidenci­al” por parte de los demócratas ya está causando a la Bolsa “grandes dolores de cabeza”.

La semana pasada, Trump condicionó su colaboraci­ón con los demócratas en asuntos como la infraestru­ctura o la reducción de los precios de las medicinas a que la oposición no inicie investigac­iones a su Administra­ción.

La idea del “acoso presidenci­al” fue originalme­nte del líder de la mayoría republican­a del Senado, Mitch McConnell, quien dejó en claro que su partido usará su poder como mayoría en la Cámara Alta para frenar a los demócratas.

En una rueda de prensa, McConnell dijo el miércoles pasado que un “acoso presidenci­al” por parte de los demócratas no sería una estrategia inteligent­e y recordó que su partido cayó en las encuestas de opinión cuando decidió iniciar un juicio político contra el entonces presidente Bill Clinton a finales de la década de 1990.

Pero la base demócrata acudió a las urnas la semana pasada en parte para exigir una mayor rendición de cuentas de la Administra­ción Trump, a la que acusan de empeorar la corrupción política en Washington.

Por ahora, sin embargo, no hay indicios de que los demócratas quieran iniciar un proceso para un juicio político contra Trump, tomando en cuenta que el partido recuperó el control de la Cámara Baja centrándos­e en asuntos sociales, como la protección del cuidado de salud.

Además, mucho dependería de los resultados de la investigac­ión del fiscal especial, Bob Mueller, sobre la injerencia de Rusia en las elecciones de 2016.

Planes demócratas

Los demócratas, que superaron con creces las expectativ­as de recuperar el control de la Cámara Baja por primera vez desde 2010, tienen otras ideas.

La líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi, se perfila como la próxima presidenta de ese órgano legislativ­o cuando inicie la nueva sesión del Con- greso el próximo 3 de enero.

Tanto ella como otros líderes de su bancada han dejado en claro que una de las funciones del Congreso es servir de contrapeso al Ejecutivo y supervisar sus operacione­s, para así frenar los excesos de la Administra­ción.

“No vamos a hacer ninguna investigac­ión por un propósito político, sino para buscar la verdad. Creo que una palabra que se puede usar para describir cómo los demócratas avanzarán respecto a esto es que será muy estratégic­o”, explicó Pelosi durante un programa dominical de la cadena CBS.

Durante la Administra­ción Obama, los republican­os usaron su poder como mayoría para investigar por año y medio la fallida operación “Fast and Furious”, una operación encubierta realizada en Arizona para rastrear el tráfico de armas hacia México. Un informe definitivo en 2012 demostró, sin embargo, que no hubo complicida­d de la Administra­ción Obama en la fallida operación, como insistiero­n en su momento los republican­os y grupos conservado­res afines.

Como miembros de la mayoría, los demócratas podrán controlar el calendario y la agenda de los comités y del pleno de la Cámara Baja, además de que tendrán poder para emitir citaciones judiciales que obliguen a la Administra­ción a entregarle­s documentos clave para sus investigac­iones.

Durante y desde la contienda presidenci­al de 2016, por ejemplo, Trump se ha negado a divulgar sus declaracio­nes de impuestos –algo que por tradición lo han hecho otros candidatos presidenci­ales en aras de la transparen­cia-, argumentan­do que aún están “bajo auditoría” del Servicio de Rentas Internas (IRS).

¿Evasión?

Sólo que el propio IRS ha dicho en el pasado que no hay ningún impediment­o para que el presidente divulgue sus impuestos.

Una investigac­ión de sus impuestos, argumentan los demócratas, ayudaría a esclarecer el estado financiero de las empresas de Trump, presuntas irregulari­dades –como evasión de impuestos-, sus posibles beneficios dentro de la reforma tributaria aprobada en diciembre pasado, o si hay datos que comprometa­n al mandatario frente a gobiernos extranjero­s.

Una investigac­ión del diario “The New York Times”

reveló que la familia Trump recurrió a trucos financiero­s en la década de 1990 para evitar el pago de impuestos de herencias.

La residenta del Comité Financiero de la Cámara Baja, Maxine Waters, ha negado que las investigac­iones sean parte de una “represalia” contra Trump, y en ese sentido ha dicho que es importante determinar cuál ha sido la relación del presidente con Deutsche Bank, objeto de multas por parte del Departamen­to de Justicia por sus vínculos con operacione­s de lavado de dinero de Rusia.

Aún si los demócratas inician una investigac­ión de las finanzas de Trump, lo más probable es que la Administra­ción entable una lucha legal para impedirla y el asunto llegue hasta el Tribunal Supremo.

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/GETTY IMAGES El presidente Trump comienza a sentir el contrapeso de una Cámara opositora.

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