A CONTAR HASTA EL ÚLTIMO VOTO
Una elección no termina hasta que el último voto es contado. Si la diferencia entre los dos principales candidatos es muy reducida, existen normas específicas para esos casos. Aquí, el papel del Presidente es reafirmar la voluntad democrática de respetar el resultado final.
Pero eso es mucho pedir al Presidente Donald Trump, a quien no le importa socavar la credibilidad del proceso electoral cuando el resultado no es de su agrado. Ya se vio esto en la elección de 2016 que lo llevó a la Casa Blanca. Hasta hoy afirma que perdió en el voto popular ante su rival demócrata debido a un fraude masivo cometido por votantes indocumentados. Hasta creó una comisión presidencial, que fracasó rotundamente, para demostrar su afirmación.
Ahora el Mandatario opina sobre los comicios en Arizona, Florida y Georgia donde todavía no se ha definido el ganador. Trump dice que hay fraude sin tener, ni aportar alguna prueba.
En Arizona la demócrata Kyrsten Sinema está por delante de su rival republicana Martha McSally en la competencia por el escaño senatorial del saliente Jeff Flake. Es normal que en Arizona se retrasen los conteos por la gran cantidad de votos por correo. Trump pide que se haga una nueva elección, mientras que los republicanos miran para otro lado ante los reclamos del mandatario.
En Georgia, el ex Secretario de Estado, el republicano Brian Kemp tiene 50.3% del voto frente a la congresista Stacey Abrams en la elección para gobernador. Hoy se cuentan los votos provisionales y por correo. Entre ellos hay 53,000 votantes que en principio fueron controversialmente excluidos por Kemp. Esta elección estuvo manchada desde el primer momento por los esfuerzos de Kemp que desde su puesto, hizo lo posible para excluir votantes.
En Florida no se definieron, entre otras, las elecciones de gobernador y senador. En ambas, los republicanos Ron DeSantis y Rick Scott encabezan sus contiendas. No se debe permitir que se repita lo acontecido en las elecciones del 2000, cuando la Suprema Corte ordenó detener el reconteo para darle el triunfo presidencial a George W. Bush.
Es importante que se permita seguir los procesos establecidos. Están creados para defender la integridad de las elecciones. Trump le hace un pobre favor a la democracia al decir que solo se tome en cuenta el resultado de la noche electoral.
Lo que ocurre en Florida y en Georgia son indicios de lo que puede pasar en la elección presidencial de 2020. Florida es uno de los estados que puede definir quién será el próximo presidente.
La actitud de Trump de cuestionar la honestidad del voto cuando no gana es preocupante de cara a su reelección. Ese será un desafío. La actitud asumida hoy por la Casa Blanca es ofensiva hacia los votantes y a la democracia.