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Las universidades públicas de elite admiten a un número desproporcionadamente bajo de estudiantes latinos y afroamericanos, a pesar de recibir más fondos por cada alumno, según indicó un estudio de la Universidad de Georgetown presentado esta semana.
El estudio “Nuestras universidades públicas separadas y desiguales”, elaborado por el Centro de Educación y Fuerza Laboral (CEW) de la Universidad Georgetown —en Washington, D.C— alega que las universidades públicas selectivas “no representan la población a la que se supone deben atender”.
Según el informe, “los blancos (no hispanos) están representados de manera desproporcionada en las universidades públicas selectivas” y que, además de ello, constituyen el 64% de los admitidos a primer semestre, aunque solo representan el 54% de toda la población en edad universitaria.
Los latinos, por su parte, solo representan el 12% de los estudiantes de primer año en las universidades selectivas, aunque son el 21% de la población en edad universitaria.
De igual forma, solo el 7% de los estudiantes de primer año en estas universidades son afroamericanos, aunque su representación entre la población de edad universitaria es del 15%.
“Con diferencia, muchos más estudiantes latinos y afroamericanos que cumplen con los requisitos para estudiar en universidades selectivas nunca van a alguna de ellas”, señaló ayer Anthony Carnevale, autor líder del estudio y director de CEW.
Distribución de fondos
La investigación resaltó que “el acceso a colegios públicos importa porque el dinero importa”.
Cabe resaltar que las universidades públicas selectivas reciben más recursos estatales y locales por estudiantes de tiempo completo (FTE) que las universidades públicas de aceptación abierta, también conocidas como “colegios públicos”.
Por lo tanto, las selectivas el 82% de las nuevas matrículas de estudiantes blancos se ha dado en las 468 universidades más selectas; mientras que la matrícula de estudiantes hispanos (72%) y afroamericanos (68%) se ha dado en las universidades de admisión abierta de dos y cuatro años. pueden gastar más dinero en sus estudiantes en apoyo académico que los colegios comunitarios.
Así, la diferencia entre el dinero destinado para ayuda académica y de instrucción por estudiante entre estos dos tipos de centros de enseñanza ha crecido de 8,800 dólares en 2005 a 10,600 en 2015, destacó el reporte.
Para Martin Van Der Werf, director asociado de Editorial y Política Post Secundaria de