BALANCE POSITIVO
Se estima que en el condado de El Paso, Texas, la participación electoral en estas elecciones legislativas fue 168% mayor a 2014. Este es un ejemplo del gran aumento de votantes en el pasado, incluso entre los latinos que en esta área son el 80% de la población.
Es temprano para tener cifras precisas de cuántos estadounidenses participaron en la elección intermedia. El cálculo de U.S Election Project es de 49.2% de los votantes, poco menos de 116 millones de personas. La mayor cantidad en este tipo de elección desde 1914. En 2014, votaron 36.4%, la más baja en 70 años.
Los votantes latinos fueron parte de esta avalancha de votantes. A falta de cifras exactas se puede armar un rompecabezas para tener una idea de este voto. El sondeo de NBC News indicó que uno de cuatro dijo que votaba por primera vez en una elección intermedia. Mientras que la firma de investigación electoral Catalist señaló que hubo un aumento de 120% en los votos por correo de latinos. Esa cifra llegó a 365% en una elección cerrada como la disputa por el Senado en Texas.
La alta participación fue protagonista de la victoria demócrata en la captura de la Cámara Baja. Un 73% votó demócrata, según Latino Decisions. La estrategia partidaria estaba centrada en 111 distritos electorales, en 29 de ellos por los menos el 10% de votantes latinos.
El consecuencia, en la próxima sesión del Congreso habrá el récord de por lo menos 42 legisladores latinos. En la elección ganaron 33 de 44 candidatos demócratas hispanos y siete de 17 candidatos republicanos.
La elección deja un balance positivo en la participación electoral latina. También hay lecciones importantes de cara al 2020.
Los demócratas asignaron 21 millones de dólares para ayudar a los candidatos latinos, pero ese dinero fue insuficiente. En Florida, la campaña del republicano Rick Scott invirtió muchos más fondos en llegar a los latinos que la del senador demócrata Bill Nelson.
Los esfuerzos para registrar votantes latinos y ayudar a su participación fueron extraordinarios. Sin embargo, según Latino Decisions entre 55% y 65% de latinos dijeron no haber sido contactados para registrarse y votar.
Georgia fue un microcosmo para la elección presidencial de 2020. No había asistencia en español para el votante y por lo menos en un condado se exigió papeles de ciudadanía, además del documento regular. También hubo quejas en la comunidad por la falta de apoyo de transporte a los votantes más mayores y en áreas rurales.
En resumen, el voto latino no es cautivo demócrata, incluso en la era de Trump. Los republicanos deberían competir por él en vez de restringirlo. Mientras que los demócratas todavía tienen un camino que recorrer para contar con ellos en la cantidad necesaria para ganar la Casa Blanca.•