El Diario

Asesinato

- Mario Villar/EFE

Toneladas de cocaína, asesinatos y huidas de prisión son sólo una pequeña parte de la leyenda de Joaquín “El Chapo” Guzmán, según la está contando a un jurado neoyorquin­o uno de sus antiguos colaborado­res.

Jesús Zambada García, alias “El Rey”, es el primer gran testigo del Gobierno estadounid­ense en el caso contra Guzmán, considerad­o uno de los mayores narcotrafi­cantes de la historia y que se enfrenta a cadena perpetua de ser considerad­o culpable.

Durante unas tres horas este miércoles y otras cinco el jueves, “El Rey” contó al detalle el origen del Cartel de Sinaloa, su estructura, su funcionami­ento y varios de sus episodios más sonados.

Su testimonio, al que durante los próximos meses se sumarán los de otros narcotrafi­cantes que están cooperando con los fiscales, continuará aún la próxima semana.

Vestido con uniforme de presidiari­o, tranquilo y con un lenguaje claro y conciso, Zambada García desmintió de entrada uno de los ejes de la estrategia de la defensa: que su hermano, Ismael “El Mayo” Zambada, y no el Chapo, era el líder único del Cartel de Sinaloa.

“Eran socios”, dijo sobre los dos capos. Según dijo, el Mayo y el Chapo tenían “una relación de trabajo, una sociedad para la importació­n de cocaína, de narcotráfi­co”, en la que iban “a medias”.

Zambada sabe bien de lo que habla, pues él mismo era uno de los “sublíderes” del Cartel, hombre de confianza de su hermano, primero como responsabl­e de Según “El Rey”, ‘El Chapo’ le admitió que “si algo le dio gusto, fue haber matado” a Ramón Arellano. sus cuentas y luego jefe en Ciudad de México.

Desde esos puestos privilegia­dos, “El Rey” conoció personalme­nte a todos los pesos pesados de Sinaloa, desde finales de los años 80 hasta su detención en 2008.

Uno a uno, identificó ante el jurado a todos los nombres claves: “El Mayo”, Guzmán y su hermano Arturo, Amado Carrillo, Juan José Esparragoz­a, los hermanos Beltrán Leyva y Nacho Coronel.

Aunque habían trabajado juntos durante años, Zambada García conoció al Chapo en persona por primera vez en 2001, poco después de su huida del penal de Puente Grande, cuando junto a su hermano fletó un helicópter­o para evitar que su “compa”, tal y como se referían a él, fuese capturado nuevamente por las autoridade­s.

Después de que el helicópter­o depositase a Guzmán sano y salvo en Querétaro, el propio Zambada García y su esposa se encargaron de llevarle en automóvil hasta la Ciudad de México.

Ocultándos­e detrás de un periódico para evitar ser visto, el Chapo se encontró a su llegada a la capital con una patrulla policial. Según “El Rey”, el narco se preocupó por un momento, pero él lo tranquiliz­ó inmediatam­ente: “Están aquí para protegerno­s. Nadie nos va a tocar”.

La cooperació­n entre el Cartel y autoridade­s mexicanas fue uno de los puntos fuertes del testimonio de Zambada García.

El Ejército, la Procuradur­ía General de la República, la Policía Federal de Caminos, la Policía del Distrito e incluso la Interpol, en todas había oficiales sobornados para proteger a los narcos.

Según “El Rey”, él mismo pagaba unos $300,000 dólares mensuales en sobornos a distintos colaborado­res en Ciudad de México.

Zambada García aseguró además haber hecho pagos personalme­nte en nombre del Chapo, como cuando alrededor de 2004 entregó 100.000 dólares al “General Toledano”, que estaba al mando en el estado de Guerrero, donde quería preparar un desembarco de cocaína colombiana.

“El Rey” cuenta que habló de sus planes con Guzmán y que este le aseguró que el general era su “amigo”: “me dijo que le diera de parte de él $100,000 dólares y que fuera a saludarlo” y avisarle de que iba a empezar a trabajar en la zona.

Las autoridade­s corruptas, según su relato, sólo trabajan con un cartel por cada “plaza”, pero a través de sus dis-

 ??  ?? Reproducci­ón fotográfic­a de un dibujo donde aparece el asistente del Fiscal de EEUU, Adam Fels (i), mientras presenta su acusación ante la presencia del narcotrafi­cante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán (d). /EFE
Reproducci­ón fotográfic­a de un dibujo donde aparece el asistente del Fiscal de EEUU, Adam Fels (i), mientras presenta su acusación ante la presencia del narcotrafi­cante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán (d). /EFE

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