Se triplica obesidad en todo el mundo
Especialistas internacionales debatieron la semana pasada sobre las innovaciones en tratamientos y estrategias para prevenir el sobrepeso y la obesidad en la ciudad de Nashville, durante la Semana de la Obesidad 2018. En ese evento, que reunió a más de 1,000 profesionales de la salud, se compartieron las novedades tecnológicas y científicas para atender un problema que ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial.
De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año 2.8 millones de personas mueren a causa de la obesidad y el sobrepeso.
Según el organismo, la prevalencia mundial de este problema se ha triplicado entre 1975 y 2016, año en el que se estimó que más de 1,900 millones de adultos de 18 o más años vivían con sobrepeso, de los cuales más 650 millones eran obesos.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señaló que el 19.5% de los adultos de los 35 países que pertenecen a ella padece obesidad y Estados Unidos es el país con mayor prevalencia (38.2%) seguido de México (32.4%) y Nueva Zelanda (30.7%).
La obesidad y el sobrepeso se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.
De hecho, se estima que 90% de los casos de diabetes mellitus tipo 2 son atribuibles a estas problemáticas.
En particular, la obesidad es una enfermedad sistémica, crónica y multicausal, aunque se considera que la razón fundamental es un desequilibrio energético entre las calorías consumidas y las gastadas.
Esta reunión servirá para analizar las opciones de tratamiento que se tienen actualmente para la lucha contra esta epidemia.
Y es que debido a la naturaleza compleja y multifactorial de la obesidad, no existe un tratamiento único en su manejo y se requiere la intervención de varios profesionales de la salud, como médicos, nutriólogos, psicólogos y otros especialistas.
Durante esos días, se analizaron el rol del paciente y la necesidad de empoderarlo en relación a su auto-cuidado con el fin de que logre un buen manejo nutricional con una alimentación balanceada y en cantidades adecuadas.
Del mismo modo, se mostrarán los tratamientos farmacológicos más recientes, los cuales no deben ser sustitutos del tratamiento dietético y del ejercicio, sino ser un componente de los mismos.
Todo esto responde a la necesidad de encontrar una forma de revertir la tendencia creciente de esta problemática que, de no cambiar, podría tener un aumento de 47% e n Estados Unidos para 2030.