LO MANDAN A VOLAR
√@e●viejohoracio
Tomar el andén de salida y cerrar la puerta con la idea de tener la llave maestra para abrir otras en el camino requiere de gran determinación, sobre todo porque volver sobre las huellas dejadas suele ser una opción compleja.
Neymar Jr. cruzó la puerta del adiós en el Barcelona en agosto de 2017. Lo hizo en busca de un protagonismo absoluto, imposible de alcanzar con sus amigos Lionel Messi y Luis Suárez como compañeros de vestidor y, también, aunque públicamente siempre lo negarán, se fue alumbrado bajo la luz de un futuro llamado Real Madrid.
Para nadie fue un secreto: Florentino Pérez, mandamás del Real Madrid, siempre pretendió al pícaro atacante brasileño. Él le seguía en sus días en el Santos FC de su tierra natal, e incluso por indicación suya el club español llegó a realizar pruebas médicas al niño que años atrás maravillaba en Sudamérica.
Pero, motivado como siempre por su padre, la historia del idilio entre el Madrid y Neymar Jr. dio un brusco giro de timón y como ya es de todos conocido, el acrobático futbolista recaló en el Barcelona, donde contra todos los pronósticos, incluidos figuras como el legendario Johan Cruyff, hizo extraordinaria mancuerna con el astro Lionel Messi y posteriormente una tercia mágica al llegar el uruguayo Luis Suárez.
De aquello sólo queda una entrañable amistad entre los tres mosqueteros y un sinnúmero de imágenes para el recuerdo. Su partida al París Saint-Germain lejos ha estado de volverse el inicio de un camino recto hacia la cúspide del balompié.
El fútbol francés, pese a los millones de petrodólares detrás del equipo parisino, está a la sombra de otras ligas como, además de la de España, la inglesa, la alemana o, incluso, la italiana.
De las hazañas de Neymar Jr. en la Ciudad de la Luz tampoco hay historias como para escribir un libro. Ciertamente ha protagonizado partidos soberbios, con alta carga