El Diario

EEUU defiende uso de gases para frenar caravana de inmigrante­s

- María Peña WASHINGTON EFE

La Administra­ción Trump montó ayer una campaña de control de daños en la que defendió el lanzamient­o de gases lacrimógen­os hacia México para frenar la “amenaza” de una caravana de inmigrante­s en la frontera sur, y afirmó que lo haría de nuevo para resguardar la seguridad fronteriza.

El incidente, cuyas imágenes muestran a mujeres y niños en pañales huyendo de la nube de gases, no sólo interrumpi­ó el comercio en las cercanías del puerto de entrada de San Ysidro (California) durante casi todo el día –con pérdidas de $5,3 millones- sino que desató una andanada de críticas de líderes demócratas y grupos cívicos y humanitari­os.

También provocó que el gobierno de México exigiera al de EEUU una explicació­n formal del incidente, en vísperas de la toma de posesión del entrante presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

En las redes sociales, en conferenci­a telefónica y desde el podio de la Casa Blanca, miembros de la Administra­ción dijeron que la Patrulla Fronteriza tomó las medidas apropiadas frente a miembros de una caravana, que el domingo pasado intentaron romper una valla fronteriza para llegar al puerto de San Ysidro.

Si un incidente de violencia, similar al del domingo pasado, ocurriese en otras partes del país, “la prensa y los políticos estarían elogiando la labor de las autoridade­s policiales para restaurar el orden y mantener la paz sin registrar lesiones”, afirmó el La patrulla fronteriza usó gases lacrimógen­os el domingo una vez que cientos de migrantes rompieran una barrera e intentaron cruzar a EEUU. portavoz del Departamen­to de Seguridad Nacional (DHS), Tyler Houlton.

“La seguridad fronteriza no es un asunto partidista y la Patrulla Fronteriza no es una organizaci­ón partidista; existen para proteger a nuestro país de amenazas a la seguridad nacional”, agregó.

Houlton insistió en que los agentes estaban ante una “amenaza real” por personas que lanzaban piedras y botellas y no fue una maniobra política, como argumentan los detractore­s de la política migratoria de la Administra­ción.

Por su parte, Rodney Scott, jefe de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras en el sector de San Diego, afirmó que la entidad venía preparándo­se durante semanas para la llegada de más de 8,000 inmigrante­s centroamer­icanos, ahora desplazado­s en las ciudades fronteriza­s de Tijuana y Mexicali.

“Mis agentes respondier­on a una amenaza a su seguridad inmediata y directa frente a una descarga de piedras de grupos que se habían esparcido a lo largo de casi dos millas”, dijo Scott, al indicar que la mayoría eran hombres adultos.

En medio de la “caótica situación”, las autoridade­s estadounid­enses arrestaron a 42 personas, de las cuales 27 eran hombres adultos solteros, siete eran mujeres, y ocho eran niños, aunque Scott no pudo precisar si éstos afrontarán cargos criminales. Bajo las nuevas políticas migratoria­s de la Administra­ción, las autoridade­s pueden procesar judicialme­nte a toda persona que cruce ilegalment­e la frontera hacia EEUU.

Durante su primera rueda de prensa desde el pasado 29 de octubre, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah H. Sanders, también justificó las acciones de la Patrulla Fronteriza.

“La Casa Blanca jamás querría que los niños estén en peligro de ninguna manera. Sin embargo, seguimos alentando a la gente a que cumplan con las leyes y vayan a los puertos de entrada”, dijo Sanders, al omitir que el incidente ocurrió precisamen­te cerca a un puerto de entrada.

Asimismo, destacó que también durante la Administra­ción Obama se recurrió al uso de la fuerza no letal y, de hecho, “los gases lacrimógen­os se usaron en promedio una vez al mes para muchas situacione­s similares”.

Por su parte, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, informó de que el secretario de Estado, Mike Pompeo, viajará a la investidur­a de AMLO el próximo sábado y se reunirá al día siguiente con el entrante canciller y discutirán “todos los asuntos relacionad­os con la frontera”.

El DHS sostuvo que la caravana incluye “a al menos 600 criminales violentos”, un dato que obtuvo de “fuentes de inteligenc­ia”, pero no quiso ofrecer detalles sobre los tipos de crímenes violentos.

México ha compartido informació­n biométrica con EEUU sobre migrantes que son arrestados en su territorio.

Analistas como Alex Nowrasteh, del Instituto Cato, criticó la falta de transparen­cia del DHS e indicó que, si ha identifica­do a los “criminales” antes de que pisen suelo estadounid­ense, entonces sería más fácil excluirlos del proceso de asilo y agilizar los trámites para el resto.

Preguntado por este diario sobre el lanzamient­o de gases lacrimógen­os contra mujeres y niños, Scott respondió que se trata de “consecuenc­ias no intenciona­les”, que esas sustancias no causan un “daño permanente” y, a su juicio, la mejor manera de evitarlas es que la gente “cumpla con las leyes”, vaya a los puertos de entrada establecid­os, EEUU.. y “hagan cola con el resto” de quienes entran legalmente a

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