¿Qué se ha acordado?
contenciosa negociación con sus socios del sur y el norte.
El presidente dijo que daría al Congreso seis meses para aprobar el nuevo acuerdo, llamado USMCA. En caso de que la mayoría demócrata que a partir de enero controlará la cámara de Representantes no le dé luz verde al texto de este acuerdo se volverán a aplicar las normas anteriores al Nafta para regir el comercio entre los tres países.
Es algo que rompería las bases de buena parte de la economía y según los analistas tendría consecuencias muy graves para pequeñas y medianas empresas de los socios en el acuerdo.
También es un pulso con el nuevo Congreso en el que los demócratas tienen muchas de las llaves de lo que puede legislarse o no. La líder de los demócratas, Nancy Pelosi cree que el acuerdo firmado con Canadá y México aún necesita mucho trabajo en cuestión de protección de salarios y medioambiente y Richard Trumka, líder de la confederación sindical AFL CIO explicaba que “aún está lejos de haberse acabado el trabajo de arreglar el Nafta” (un acuerdo que nunca le gustó).
Desde los sindicatos se hace notar que los mecanismos de resolución de disputas son muy débiles en USMCA.
Los acuerdos comerciales que permiten reducir las barreras al intercambio de bienes y servicios ha contribuido en muy buena medida a la mejora de la economía mundial y buena parte del andamiaje económico del siglo XXI está construido sobre estas premisas. Darles la vuelta puede ser un viaje peligroso para las perspectivas de la economía mundial.
El comunicado del G20, uno de los textos en los que más se cuida el lenguaje para evitar desencuentros entre países con distintos sistemas políticos, económicos y prioridades hace apenas una escueta y casi descontextualizada mención al comercio. El lenguaje diplomático y la necesidad del consenso han debilitado varios de los 30 puntos de un comunicado en el que se pasa de puntillas por la cuestión del comercio, la de los refugiados (en el que se acuerda trabajar en las raíces del problema y proveer ayuda humanitaria) y se consolida, sin embargo el Tratado de París para el combate del calentamiento global del planeta. Este es un punto en el que EEUU no participa ya que Trump dice no creer ni en el informe elaborado por su propio Gobierno en este delicado problema. Y es una excepción que recoge una declaración en la que también se habla de tecnología, sus avances y sus retos y de igualdad de género. Aunque en otros foros internacionales y estadounidenses se tema una ruptura de las reglas ya establecidas para facilitar la firma de EEUU apenas se dice vagamente que se “han apreciado problemas en el comercio actualmente” y que hay que reformar la Organización Mundial de Comercio o WTO.
¿Qué es el G20?
El G20 es un foro internacional de países con grandes economías fundado en 1999. Son 19 países y la UE además de España como invitado permanente pero no miembro que representan el 90% del PIB mundial. Desde la Gran Recesión en 2008 se reforzó su papel para establecer las líneas de actuación en la recuperación, asuntos fiscales y otros aspectos de la globalización.
Sus comunicados suelen ser muy vagos para poder unificar posturas que en muchos aspectos están distantes por lo que su efectividad se cuestiona con frecuencia.