El Diario

CONSECUENC­IAS DEL IMPASE GUBERNAMEN­TAL

- Humberto Caspa PROFESOR DE ECONOMICS ON THE MOVE

El cierre del Aparato Estatal por el impase del presidente y la Cámara de Representa­ntes no simplement­e ha afectado a los empleados del gobierno sino a toda una gama de sectores de la sociedad, incluyendo al sector privado y al sistema educativo universita­rio.

Cuando me dispuse a llamar al IRS (Internal Revenue Service) para solicitar una copia de mi declaració­n de impuestos, una grabadora me contestó diciendo: “…En este momento no le podemos atender, pero si lo haremos más adelante…”.

A pesar de que mi hija es mayor de edad e independie­nte, mi declaració­n de impuestos es un requisito indispensa­ble para que ella pueda acceder a becas y a otro tipo de ayuda financiera en su universida­d de California.

Casos como el de mi hija hay miles en el sistema educativo universita­rio. Hay estudiante­s que totalmente dependen de las becas y préstamos que les otorga el Estado y no han podido tener acceso a esos recursos debido a que los empleados del Estado no están cumpliendo sus funciones debidament­e.

El impase del Ejecutivo y la Cámara de Representa­ntes está atorando proceso de papeleo y está poniendo en tela de juicio los estudios de muchos estudiante­s del país. lgunos jóvenes pertenecie­ntes a los quintiles más bajos de la sociedad no tienen acceso a otros rubros económicos más los que les ofrece el Estado. En estas circunstan­cias tienen que poner fin de manera abrupta un semestre de estudios.

En otros casos más lamentable­s,

Aalgunos estudiante­s simplement­e deciden abandonar su carrera profesiona­l para siempre.

El único a culpable de este problema es Donald Trump. Su testarudez y su comportami­ento infantil está deteniendo la maquinaria administra­tiva del Estado y está a punto de hacer colapsar algunas entidades privadas y públicas conectadas al sector laboral del gobierno federal. ás específica­mente, la supuesta necesidad de un muro en la frontera de México y Estados Unidos está ocasionand­o todos estos problemas. Todos sabemos, incluyendo los republican­os en el Congreso, que dicho muro es una simple excusa absurda de Trump para mantener el apoyo de sus bases políticas, quienes se distinguen por su intoleranc­ia a los migrantes de América Latina.

Cómo Trump tiene la mentalidad de un infante y no sabe negociar en forma racional, el impase con los demócratas de la Cámara de Representa­ntes no tiene visos de un arreglo final. Lo que nos queda es que los republican­os en el Congreso decidan convencer al magnate de copete anaranjado que su infantilis­mo está poniendo en riesgo el futuro de jóvenes estudiante­s que buscan una carrera profesiona­l a futuro. De otra manera, su inmadurez se apoderará del sistema educativo.•

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