Temen que modernización del IDNYC ponga en riesgo a indocumentados
En 2015 Nueva York puso en marcha el programa municipal, conocido como el “IDNYC”, para garantizar que todos los neoyorquinos, sin importar su estatus migratorio, pudieran tener una manera oficial de identificarse, facilitando su acceso a servicios y beneficios.
Y aunque hasta ahora la identificación ha sido vista como una herramienta muy segura para más de 1,351,129 neoyorquinos que la han tramitado y la Ciudad ha dado la pelea por mantener estricta confidencialidad, una iniciativa que pretende agregarle un chip inteligente a las tarjetas para ampliar su uso, está generando preocupaciones de que los datos de indocumentados puedan ser mal manejados en manos de terceros.
Así lo manifestaron ayer ante el Comité de Inmigración del Concejo Municipal representantes de organizaciones comunitarias, defensores de inmigrantes y portadores del ID, quienes temen que con los cambios propuestos, que se analizan para entrar en marcha en enero del 2020, la confidencialidad de miles de indocumentados sea puesta en riesgo.
La intención de la Ciudad es que el IDNYC amplíe su espectro de utilidad, hasta el punto que eventualmente pueda llegar a servir para usar el Subway, realizar operaciones financieras y hasta ser admitido como documento válido en las farmacias.
“Estamos profundamente preocupados por la dirección que el programa IDNYC está proponiendo tomar. Hasta ahora, IDNYC ha sido eficaz, debido a su simplicidad, así como porque el programa se comprometió a no almacenar los datos de los solicitantes para proteger la información de posibles excesos por parte del gobierno federal, pero los cambios propuestos introducen complicaciones innecesarias, así como peligros potenciales para el programa”, aseguró Natalia Aristizabal, miembro de la organización Make the Road NY.
La activista mencionó que permitir la integración del ID con una amplia gama de sistemas privados, incluidos servicios financieros, refugios de desamparados, la MTA, el DHS y otras agencias, pone en peligro a portadores vulnerables de la identificación.
“Para los inmigrantes, y más específicamente para las personas indocumentadas, que viven con mucho temor durante este momento especialmente difícil, la necesidad de proteger la información privada es de suma preocupación, y cualquier conveniencia potencial que pueda realizarse mediante el intercambio de información, debe ser evaluada estrictamente”, agregó la colombiana.
Útil para los inmigrantes
Al igual que Aristizabal, Betsy Plum, vicepresidenta de políticas de la New York Immigration Coalition (NYIC), reconoció que desde su implementación, el IDNYC ha sido de suma utilidad para la comunidad inmigrante y para otros grupos vulnerables. Y aunque reconoció que ampliar los usos del ID es positivo, también manifestó su preocupación y sorpresa de que la Administración De Blasio comenzara a trabajar en su plan sin informar a la comunidad de sus intenciones.
“Estamos de acuerdo en todas esas metas, pero los medios para alcanzarlas no pueden ser actualizaciones tecnológicas que pongan en peligro la seguridad del programa IDNYC, y particularmente agregar chips inteligentes a las identificaciones, es peligroso y una solución mal aconsejada”, advirtió la defensora.
Plum destacó que tener una tarjeta de identidad como propone la Ciudad, contendría demasiada información personal sobre el portador, incluyendo sus transacciones financieras, por lo que califi-