Con datos en mano, arrecia llamado para dar licencias a los indocumentados
Líderes, activistas y defensores de la comunidad inmigrante continúan intensificando su campaña para pedir a la Legislatura estatal que apruebe un proyecto de ley que otorgaría licencias de conducción a indocumentados. Esta vez presentaron datos que demuestran que dar los permisos a unos 150,000 inmigrantes, que se estima se beneficiarían inicialmente con la iniciativa, tendrá un impacto a gran escala a nivel económico, tributario y de seguridad en Nueva York. En tres años el número de beneficiarios podría llegar a 250,000 conductores.
Así lo defendió ayer el contralor de Nueva York, Scott Stringer, quien presentó un estudio que señala que los nuevos permisos de manejo aumentarían los ingresos del Estado. Tan solo por concepto de costos de trámites de las licencias y propiedad de vehículos, se generarían más de $9.6 millones que pudieran ser destinados a la modernización del transporte público.
“Ahora es el momento para que Albany amplíe el acceso a todos los neoyorquinos, porque otorgar licencias no es solo una declaración de nuestros valores morales, también tiene sentido desde una perspectiva tanto financiera como de seguridad pública”, aseguró Stringer.
El Contralor destacó que en el Estado de Nueva York viven aproximadamente unos 525,000 indocumentados, y a pesar de que contribuyen económica y tributariamente, la falta de licencias los deja relegados laboralmente, les genera problemas para movilizarse y además los pone en riesgo de ser detenidos y puestos en procesos de deportación.
“Para muchos de nosotros, una licencia de conducir no es más que un pedazo de plástico metido entre nuestras tarjetas de crédito, pero para los inmigrantes indocumentados significa mejores oportunidades de trabajo, una manera segura de llevar a su hijo a la escuela y al hospital en una emergencia: todo sin temor a ser deportados durante una parada de tráfico rutinaria”, agregó el funcionario.
El Instituto de Política Fiscal menciona además que los ingresos que generará la implementación de la nueva normativa, aumentaría el número de compradores de vehículos y pagos de impuestos de movilidad, beneficiando al Departamento de Vehículos Motorizados, al tiempo que disminuiría los costos de seguros. “Tener una licencia de conducir es un asunto grande para los inmigrantes indocumentados en partes de la ciudad de Nueva York que están lejos del metro, y para aquellos que pueden necesitar conducir por trabajo”, aseguró David Dyssegaard Kallick, director adjunto del Instituto de Política Fiscal. “Pero es aún más importante para los inmigrantes en Long Island, Westchester y en el norte del estado de Nueva York, donde tener una licencia es algo más necesario. Las licencias transformarán las vidas de las personas en el campo agrícola, ayudarán a las personas en los suburbios a trabajar y recoger a sus hijos de la escuela, y en todo el estado significará un mejor trabajo
todos”.. entre los empleadores y los empleados, lo que es bueno para