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Organizaciones civiles de alto nivel de convocatoria para la movilización social están molestas con el presidente de México Andrés Manuel López Obrador y convocaron a una marcha multitudinaria de “entre 9,000 y 10,000 asistentes” que concluirá en un plantón indefinido frente a la Secretaría de Gobernación el próximo lunes.
A juicio de la Asamblea de Barrrios, el Frente Popular Francisco Villa y la Unión de Lucha Vecinal del Valle de Anahuac ––que aglutinan a miles de simpatizantes– el mandatario federal las quiere quitar de en medio como gestores de apoyo para subsidios con miras a tener su propia “base electoral” en perjuicio de los más necesitados.
“Quiere que cada persona vaya directamente a las oficinas de gobierno a solici- tar los créditos de vivienda, por ejemplo, cuando se ha demostrado que si lo hacen solos la ayuda nunca llega: actualmente hay unas 14,000 solicitudes pendientes”, advirtió Raquel Almanza, representante de la Asamblea de Barrios en la Ciudad de México.
AMLO informó en días pasados en conferencia de prensa que “no toleraría más actos de corrupción” por parte de las organizaciones sociales que hacen de intermediarios y cobran a los beneficiarios por hacer gestiones y puso de ejemplo a Antorcha Campesina, aliada hasta hace poco del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Adolfo López, del Frente Popular Francisco Villa, organización que junto con la Asamblea de Barrios ha manifestado en diversas ocasiones su apoyo abierto a los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y Morena, solicitó que se haga una revisión caso por caso de las organizaciones civiles y, si se comprueba que han lucrado como intermediarios, se actúe en consecuencia.
“En lo que no estamos de acuerdo es en que se diga que todas somos corruptas y nos quiten nuestro derecho de organizarnos para lograr objetivos”, dijo. “El nuevo gobierno, autoproclamado liberal de izquierda, revolucionario y transformador ha optado por el desprestigio, la calumnia, la descalificación a las organizaciones «En lo que no estamos de acuerdo es en que se diga que todas somos corruptas y nos quiten nuestro derecho de organizarnos para lograr objetivos». sociales, base del trabajo en territorio, desde abajo”.
Para estas organizaciones con presencia en 24 estados del país, López Obrador ha fallado a uno de los principios que defendió cuando era candidato: el respeto a la organización y voluntad de las sociedades. El mejor ejemplo, es la construcción del Tren del Itsmo y el Tren Maya, porque se realizará sin consulta a las comunidades de Chiapas, Quintana Roo y Oaxaca.
Ambos trenes son dos de las principales obras de la actual administración y buscan, al menos en el discurso, desarrollar el sur de país, pero se han opuesto a ambas pobladores de la región (AMLO hizo una consulta en la CDMX al respecto).
“Estamos en contra la deforestación de la región, no contra proyectos capitalistas (el Tren Maya, por ejemplo, será financiado con 90% de capital privado) que pretenden ser lo mismo que lo que propuso el gobierno anterior con el Plan Puebla Panamá”..