REDADAS EN CIERNE
Después de la celebración del 4 de Julio, anunció la Casa Blanca, se realizarán redadas en 10 ciudades del país. El Presidente Donald Trump amenaza de nuevo a 2,500 familias y cerca de 10,000 personas con la deportación, como parte de un gigantesco operativo.
El propósito del gobierno es aterrorizar a la comunidad indocumentada, destruir sus vidas construidas en Estados Unidos, separar a los padres inmigrantes de sus hijos ciudadanos. Espera intimidar a la población para que ya no vengan más indocumentados. Es una estrategia que como otras medidas migratorias de Trump, conduce a mucho dolor y poco resultado.
El operativo está dirigido a las “unidades familiares” cuya deportación fue decidida por los llamados tribunales “rocket” que procesan los casos a toda velocidad. Estos tribunales fueron creados cuando desapareció en la práctica la prioridad de capturar a los indocumentados peligrosos y se puso a las familias como principal blanco de persecución. Allí envían los casos seleccionados para una deportación veloz.
El argumento oficial, declarado por el vicepresidente Mike Pence, dice que un 90% o más, de los indocumentados no asiste a las citas judiciales regulares. Por eso, alegan, no se puede confiar en ellos como para dejarlos libres dentro del país, incluso cuando piden asilo de manera legal. La redada anunciada es una consecuencia y un ejemplo de esa inasistencia, sigue el argumento.
Pero eso es falso. Como tantas veces, las cifras esconden la realidad.
La estimación oficial del Departamento de Justicia en mayo de este año indicó que la mayoría de las personas, el 56%, cumplieron con su cita. Según datos del Executive Office for Immigration Review obtenidos por la Universidad de Syracuse, el porcentaje de asistencia es aún mayor. Es un 100% para quienes tienen abogado y de alrededor del 80% para el resto.
Hay muchos motivos por los cuales las personas no llegan a la cita judicial. No les llega la notificación a tiempo, la dirección es equivocada, no entienden el idioma y otros tienen temor de ser arrestados antes de ver al juez.
Desde hace tiempo que el gobierno Trump considera esta redada. Los reportes periodísticos mostraron que las disputas internas sobre la conveniencia de hacerlas condujo a una barrida dentro del Departamento de Seguridad Interna. La exsecretaria de Seguridad Interna Kirstjen Nielsen se había opuesto, para no dar una imagen de crueldad al separar familias y por los problemas logísticos para llevarla a cabo. El triunfador fue el asesor presidencial Stephen Miller.
Es indicativo de los tiempos que corren que el aniversario de la Independencia de nuestro país sea un referente para el inicio de redadas migratorias. Estados Unidos fue construido en gran parte por los inmigrantes con un ideal de libertad y con un sueño de superación. Pero en la era de Trump, es la fecha elegida para una demostración de fuerza montada en una mentira.•