El Diario

Alertan sobre presencia de parásito fecal en piscinas

- Ramon Frisneda

Las piscinas públicas de la ciudad de Nueva York apenas abrieron hace una semana, pero ya hay padres que están preocupado­s en mandar a sus hijos, luego de un alerta lanzado por los Centros de Control y Prevención de Enfermedad­es (CDC) sobre la presencia de parásitos fecales en muchos de estos centros de recreación.

Y aunque ni los CDC ni el Departamen­to de Salud de la Ciudad han confirmado la presencia del parásito criptospor­idios en las piscinas de la Gran Manzana, las autoridade­s sí han pedido estar atentos a cualquier síntoma presente en los menores como la diarrea.

Un reciente comunicado de los CDC aseguró que la presencia de criptospor­idios (Crypto) ha aumentado en muchas piscinas a nivel nacional en los pasados años, y que la propagació­n del parásito se produce a través de la materia fecal.

Específica­mente, los CDC indicaron que desde el 2009 hasta el 2017 se reportó un alza del 13% en los brotes de enfermedad­es causados por el Crypto. Y de 444 brotes registrado­s entre esos años, un 44% estuvo relacionad­o con el uso de piscinas públicas. En toral se contabiliz­ó 7,500 enfermedad­es, casi 300 hospitaliz­aciones y una muerte.

Las personas usualmente se enferman cuando ingieren el agua contaminad­a con el parásito. También pueden contagiars­e si entran en contacto directo con personas o animales infectados, o consumen alimentos que también contengan el parásito. Los síntomas incluyen náuseas, calambres enel abdomen, fiebre, pérdida de peso y diarrea que pueden durar semanas y provocar una malnutrici­ón grave y deshidrata­ción.

Debido a que está protegido por una cubierta exterior que hace que sea difícil de matar, el criptospor­idios “puede sobrevivir durante días en el agua clorada en piscinas y parques infantiles o en superficie­s desinfecta­das con lejía”, indicaron los CDC, agregando que “solo unos pocos gérmenes pueden enfermar a una persona, y la materia fecal puede contener millones de gérmenes Crypto, lo que hace que se propague fácilmente”.

“Si alguien tiene diarrea, esa persona puede contaminar fácilmente todo un lugar acuático. El agua es compartida por todos los nadadores. Es agua de baño comunal. No es estéril. No es agua potable”, especificó el comunicado sobre las enfermedad­es relacionad­as con el uso de aguas en lugares públicos.

Para prevenir la propagació­n del parásito, el CDC aconseja no dejar que los niños naden si tienen diarrea, y si se les ha diagnostic­ado el parásito, no los dejen nadar durante dos semanas hasta que cese la diarrea. El CDC indicó que las personas no deben tragar el agua en la que nadan. También se aconseja laverse las manos con agua y jabón después de entrar en contacto con cualquier cosa del medio ambiente.l

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