El Diario

El ‘Depredador’ marca su huella

Paolo queda en el grupo selecto de goleadores

- EFE RÍO DE JANEIRO

El sueño de la Blanquirro­ja peruana, que escaló hasta la final de la Copa América 44 años después, se acabó en el Maracaná, donde cayó por 3-1 ante Brasil con un Paolo Guerrero que marcó y se convirtió en máximo goleador del torneo y quinto máximo anotador de la historia de la Copa.

El delantero peruano sumó su tercer gol en esta Copa – antes marcó a Bolivia en la victoria 1-3 en la fase de grupos, y a Chile, el último gol del 0-3 de las semifinale­s–, un tanto de penalti cometido por mano de Thiago Silva que le permite convertirs­e en el mejor realizador del torneo junto al brasileño Everton, “Cebolinha”, que también marcó en la final, el 1-0.

Más aún, el nombre de Guerrero se ubicará en un selecto club con solo cinco miembros, los mejores goleadores de la Copa América: el argentino Norberto Méndez, el brasileño Zizinho, ambos con 17 goles; el uruguayo Severino Varela y el peruano Teodoro Fernández, con 15 cada uno... Y Paolo Guerrero con 14 en cinco ediciones.

Se plantó en la final del torneo, por primera vez en su carrera y segunda de Perú, que había tardado 44 años en volver a optar por un título que ganó dos veces, la última en 1975 ante Colombia.

En Brasil 2019, fue de menos a más: empató ante Venezuela (0-0), ganó con suficienci­a a Bolivia (1-3), se hundió contra Brasil (0-5) y emergió aguantando a Uruguay en cuartos de final (0-0 y 4-5 en los penaltis) para echar a volar con un juego magistral en semifinale­s ante Chile (0-3).

Tras ese encuentro, Guerrero había reclamado el respeto debido a su selección. “Respeto mucho a Brasil y también tienen que respetar a mi país (...) Ganamos contundent­emente, 0-3, cuando otros estaban hablando de que Chile era muy favorito. Tienen que tener más respeto”.

Esa considerac­ión que le faltaba a la selección peruana en lo colectivo, a su capitán le sobraba en lo individual.”‘O Guerrero” era uno de los más esperados y temidos por la afición canarinha.

Y los puso a temblar luego que Thiago Silva tocó el balón con el brazo y el árbitro chileno Roberto Tobar no lo dudó: penalti; uso del VAR, pero decisión estaba.

El “Depredador” tomó una carrerilla larga, con dos paraditas para descentrar a Alisson, que se venció hacia la izquierda, mientras el disparo, raso y fuerte, del delantero peruano, se introdujo en la portería por el lado contrario. El 1-1 era una realidad y Perú volvía a soñar en el 44’, sin embargo, el desenlace sería un 3-1 para la Canarinha.

La Blanquirro­ja terminó su carrera en Brasil con un honroso final ante la anfitriona, y su capitán se erigió como uno de los máximos goleadores y entre los cinco históricos. ¿Podrá seguir mejorando sus registros en Argentina y Colombia 2020?.

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