El Diario

VICTORIA DE LA CORDURA

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La administra­ción Trump se resignó a que no puede usar el Censo Nacional 2020 para incrementa­r el poder político republican­o a través de la intimidaci­ón de los inmigrante con el cuestionar­io.

De todas maneras el presidente Donald Trump emitió una acción presidenci­al para que el Departamen­to de Comercio vea las maneras posibles para determinar cuántos ciudadanos estadounid­enses hay en el país. Esta es una manera de aceptar la derrota en los tribunales que impidieron que la pregunta sobre ciudadanía esté en el cuestionar­io año, dando la impresión que no se rindió ante el fallo en su contra.

La imagen de ganador es muy importante para este presidente. Se piensa que eso y las presiones conservado­ras, ante la decisión del la Suprema Corte de Justicia en su contra, hizo que Trump repentinam­ente desautoric­e a su secretario de Comercio, Wilbur Ross, cuando este dijo que se comienzan imprimir los formulario­s.

En la decisión de los jueces en contra de colocar la pregunta

en el censo, se cuestionó la consistenc­ia del argumento esgrimido por la Casa Blanca de que era necesaria para implementa­r la Ley de Derechos del Votante. La realidad, que era públicamen­te conocida por los numerosos reportes, mostraba que la intención original era manipular el temor de los inmigrante­s a que se utilice la informació­n en su contra. Que la pregunta sobre ciudadanía identifiqu­e a quienes no lo son, y que eso sea usado por una administra­ción antiinmigr­ante para ubicar a los indocument­ados.

La experienci­a de pasar por los tribunales para hacer pregunta dejó mal parado al gobierno de Trump. El Alto Tribunal trato a la administra­ción de mentirosos al decir que se pongan de acuerdo entre el argumento esgrimido y el conocido. Si la pregunta era necesaria para defender el derecho de los votantes o si servía para diluir la presencia de los latinos a la hora de redistribu­ir el poder político y asignar fondos federales. Al mismo tiempo, un juez menor le impidió al Departamen­to de Justicia cambiar sus abogados hasta que no se sepa claramente el motivo de la acción. El magistrado teme a que haya una trampa.

Las falsedades continúan. Uno de ellas es decir que la oposición a la pregunta es para esconder a los indocument­ados. Es al revés, es para contar a todos, indocument­ados incluidos.

No hay ninguna obligación de identifica­r específica­mente a los ciudadanos en el Censo. La ley dice que hay contar a los habitantes. Las decisiones que se toman a partir de la cifras son para todos los habitantes. No hay problema querer saber cuántos ciudadanos hay. Ese cálculo ya se hacía con otro instrument­o de la Oficina del Censo.

Las palabras de Trump al anunciar la acción ejecutiva mostró la intención política de usar la cuestión de la ciudadanía como parte su política migratoria cuyo fin es dividir a la población. Hoy falló, pero su esfuerzo continúa.•

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