Una perla en el Pacífico
Santiago de Guayaquil está lleno de bondades turísticas
Desde la época de la Conquista española, este destino ha destacado como ciudad portuaria. Pero, más allá de ser un importante centro de negocios, hoy por hoy, sus nutridos mercados y bondades turísticas, han puesto a Santiago de Guayaquil en el radar de los viajeros.
Debido a su ubicación geográfica presume un buen clima gran parte del año. Además, los visitantes pueden realizar avistamientos de flora y fauna y gozar de fantásticos sitios naturales, como el majestuoso Río Guayas que desemboca en el Golfo de Guayaquil, en pleno Océano Pacífico.
Entre las actividades imperdibles están: caminar a lo largo de los dos kilómetros y medio que mide el Malecón Simón Bolívar, admirar tanto la Torre Morisca o Torre del Reloj como el Palacio de Cristal, visitar sitios de interés entre los que destacan el Museo Miniatura: Guayaquil en la Historia y el Museo Antropológico de Arte Contemporáneo y obtener una bella panorámica al abordar La Perla, esa enorme noria-mirador que se ha convertido en uno de los íconos de la ciudad.
Otras dos joyas de gran valor para los habitantes de esta ciudad -capital de la provincia del Guayas- es la Catedral Metropolitana San Pedro Apóstol, donde se realizan numerosas festividades a lo largo del año y, el Parque Seminario, también conocido como Parque de las Iguanas. Como su nombre lo indica, este último sitio es residencia de un gran número de reptiles, los cuales conviven en total armonía con aquellos que visitan su guarida.
Los trotamundos que optan por viajar a este destino, también se topan con otra delicioen sa sorpresa. Sucede que Ecuador es uno de los principales productores y exportadores de cacao. Y, gracias a su clima, Guayaquil reúne las condiciones idóneas para cultivar árboles de cacao y realizar una ruta turística en la que se expliquen los procesos de elaboración. La Hacienda Victoria, ubicada aproximadamente a una hora de distancia del centro, ofrece una grata experiencia que permite desde adentrarse
las plantaciones hasta saber cómo se obtiene la pasta para confeccionar chocolates.
Los sabores, los paisajes y, sobre todo, la calidez de la gente propician que cada vez sean más los viajeros que están optando por este destino ecuatoriano.