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Hace una década, la ciudad de Waco, Texas, quiso hacer algo con respecto a las enfermedades costosas que los empleados al aire libre estaban experimentando debido al calor. La ciudad del centro de Texas tiene regularmente temperaturas superiores a los 100 grados Fahrenheit. Los trabajadores que pavimentaban caminos o arreglaban los parques de la ciudad se estaban enfermando, dijo la doctora Ronda McCarthy, directora médica de la ciudad en ese entonces.
Desde 2011 hasta 2017, el equipo de McCarthy capacitó a los empleados en prevención, y examinó a los trabajadores para detectar enfermedades como diabetes o hipertensión, que podrían aumentar el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor. A algunas personas que eran susceptibles se les modificaron las tareas hasta que lograron controlar otros problemas de salud. Los cambios más importantes se produjeron al trabajar con los gerentes para brindar más descansos y garantizar un suministro de agua adecuado, y para comenzar los trabajos más riesgosos temprano
Pero los cambios más importantes se produjeron al trabajar con los gerentes para brindar más descansos y garantizar un suministro de agua adecuado, y para comenzar los trabajos más riesgosos temprano, cuando no hacía tanto calor, o intercambiar las tareas más difíciles con mayor frecuencia.
Para 2016, las enfermedades relacionadas con el calor se habían reducido prácticamente a cero, y los costos medios de compensación de los trabajadores se redujeron a la mitad.
En 2005, la congresista Judy Chu fue miembro de la Asamblea Estatal de California y defendió la legislación que los defensores de los trabajadores ahora consideran un modelo. Esa legislación, combinada con las recomendaciones de NIOSH y las prácticas utilizadas por los militares, forman la columna vertebral de los estándares mínimos propuestos en el nuevo proyecto de ley federal.
Public Citizen ha reunido a decenas de organizaciones en apoyo de la legislación, diciendo que el cambio climático plantea una crisis urgente para los trabajadores al aire libre.
“A medida que las temperaturas continúan aumentando, el problema empeorará”, dijo Shanna Devine, defensora de la salud y seguridad de los trabajadores de la organización. “En algunos lugares, vamos a perder la capacidad de trabajar al aire libre”.l
Un cambio contra las enfermedades costosas