Cuando veo a algunos jugadores retransmitiendo videos en directo por Instagram dentro del vestuario antes de un partido me gustaría tomar un bate de béisbol y darles en los dientes”
Daniele De Rossi
Fue en 2015 cuando se hizo de conocimiento global el gusto de De Rossi por el equipo boquense. Leandro Paredes, hoy mediocampista del París Saint-Germain y entonces compañero suyo en La Roma, regaló al internacional italiano una camiseta de Boca Juniors y éste subió la imagen de inmediato a las redes sociales.
“El que siempre me volvió loco con Boca fue De Rossi, que cada vez que había un clásico me preguntaba: ‘A qué hora juegan, lo voy a ver a tu casa’, y veíamos el clásico juntos. Le encanta. Hasta me preguntó por dónde podría vivir si venía a Argentina, porque uno de sus sueños era jugar en Boca Juniors”, confesó Paredes hace un par de años a la cadena ESPN.
De Rossi es un hombre insignia. Un escudo todo terreno con una insaciable hambre de triunfo; todo un líder con poder de convencimiento para contagiar a sus compañeros y sumarlos a su cruzada en busca de los objetivos y resultados.
Un par de años después de haber hecho pública su afición por uno de los dos grandes de Buenos Aires, De Rossi confirmó su anhelo de conocer el fútbol sudamericano y Argentina misma de la mano del club en donde figuras como Diego Armando Maradona, Hugo Gatti, Juan Román Riquelme, Sebastián Battaglia, Roberto Mouzo o Martín Palermo, son parte de la identidad del club.
“Me encantaría terminar mi carrera en América, es una manía mía. Espero poder hacerlo, de chico soñaba con jugar un Boca-River con la camiseta de Boca, club con el que simpatizo. Jugar ese clásico me haría muy feliz”, dijo en alguna oportunidad.
Ahora, con 36 años a cuestas y convertido en todo un veterano, el italiano está en posibilidad de realizar su deseo y esta opción ha puesto eufórico al fútbol argentino, cuya entorno ha seguido minuto a minuto el desarrollo de la vinculación a su liga del transalpino, también seriamente pretendido en la MLS estadounidense.
De Rossi cumplió su deseo de portar el número 16, el cual lo inmortalizó con la Roma y forma parte ya de su identidad como futbolista. El italiano en alguna entrevista confesó el porqué del gusto de una casaca con números lejanos a los primeros 11, que suelen tener quienes están acostumbrados a jugar en los equipos iniciales.
Su razón es la admiración a un clásico del balompié, el irlandés Roy Keane. Según el campeón mundial italiano (Alemania 2006), el mediocampista irlandés se volvió su ídolo porque más allá de su juego, le transmitía la idea de que Keane era el líder del vestuario del Manchester United. “Siempre veía los partidos en los que jugaba. Es la única persona a la que le pedí una fotografía. Él llevaba el número 16”.
Además, hay otra razón por la cual la casaca número 16 es realmente especial para él: su hija nació un día 16 y éste será el número con el cual lo veamos desplegar energía con los auriazules, que no tenían ocupado ese dorsal.
“Tener un campeón del mundo, que quedan pocos, nos llena de orgullo y creo que va a jerarquizar y le va a hacer bien al fútbol argentino porque va a generar mucha expectativa”, ha confesado Daniel Angelici, presidente de Boca Juniors.
Quien no podía faltar en pronunciarse al respecto de su llegada al club xeneize es Diego Maradona, quien muy a su estilo hizo llegar un mensaje de bienvenida al astro italiano.
“No te conozco asiduamente, pero sabés que acá puedes estar tranquilísimo, tranquilísimo por parte de Boca, por parte mía. Y nos vemos prontamente acá. Para nosotros que te pongas la camiseta de Boca es como el San Gennaro que licúa la sangre. Te mando un beso y saludos a la familia”, le dedicó Maradona a De Rossi.
Y es verdad. La llegada de esta figura al balompié argentino sin lugar a dudas levantará mucho interés por aquella liga, donde los viejos leones reverdecen ante la ausencia de figuras jóvenes que echen raíces, porque en cuanto un futbolista que inicia destaca, de inmediato es vendido a algún club del Viejo Continente.
Entonces, estamos frente a un sueño cumplido
éxito.. por ambas partes; habrá que seguir atentos ahora el resto de esta historia que, de inicio, ha sido un