El hijo pródigo en casa
Egan Bernal fue homenajeado en Zipaquirá, localidad en la que creció
El 7 de agosto de 2019 será recordado como el día en que Zipaquirá, un municipio que está ubicado a menos de 40 kilómetros de Bogotá, se rindió a los pies de su hijo más ilustre, Egan Arley Bernal Gómez, un joven de 22 años que hizo sonar el himno de Colombia en París el pasado 28 de julio.
El más reciente ganador del Tour de Francia llegó a Bogotá el lunes y desde ahí fue llevado en un helicóptero de la Policía a Zipaquirá, un pueblo en el que no nació por un azar del destino pero que ha sido desde hace 22 años su casa.
En esas calles en las que corrió y jugó cuando era más joven, miles de personas lo recibieron vestidas con réplicas del maillot con el que días antes se coronó campeón de la ronda gala, así como con banderas, carteles y camisetas de la selección colombiana de fútbol. Entre la multitud estaban sus familiares, incluyendo su abuelo Álvaro Julio Bernal.
“Yo creo que esto no es solo una vaina (asunto) de Colombia, sino es a nivel mundial. El ‘chino’ (Egan) hizo una hazaña muy linda, porque todo el mundo dice que ‘tan joven y ya salir con ese título’. El único colombiano que ha hecho eso”, dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
En las calles del pueblo, reconocido por tener la única catedral de sal del mundo, Bernal aparece en cada una de las esquinas, ya sea su nombre, en una fotografía o un cartel de felicitaciones.
Incluso los artistas Luis Carlos Cifuentes y Emerson
El campeón del Tour de Francia arribó a la plaza de Zipaquirá en bicicleta y con el maillot amarillo. Bernal le obsequió el maillot blanco del Tour de Francia a Fabio Rodríguez, su primer entrenador. conocido como “Cacerolo”, pintaron un mural en el que aparece Bernal vestido de amarillo y dice “El orgullo de mi patria”, en alusión a la canción que Carlos Vives compuso para los ciclistas del país, lanzada en 2017.
Para recibirlo, las autoridades instalaron un escenario y habilitaron un aforo para 8,000 personas, que colmaron la plaza y empezaron a llamar al campeón colombiano: “Egan, Egan, Egan”.
Bernal llegó a la plaza en bicicleta, vestido con el maillot amarillo y protagonizó uno de los momentos más emotivos de la jornada cuando se fundió en un abrazo con Efraín “Zipa” Forero, de 89 años, quien ganó en 1951 la primera Vuelta a Colombia.
Allí estalló el júbilo y la multitud alabó a Egan, que cada vez que escuchaba su nombre levantaba los brazos y esbozaba una sonrisa.
El ciclista entregó el maiCáceres, En este mural del ciclista aparece Julián Gómez, el niño cuya foto llorando cuando Egan ganó el Tour se hizo viral. llot amarillo a la Federación Colombiana de Ciclismo y el blanco, que ganó como mejor joven del Tour, a Fabio Rodríguez, quien fue su primer entrenador.
“No vaya a cambiar nunca, siga siendo el mismo”, le dijo Rodríguez, visiblemente emocionado.
Bernal aprovechó la ceremonia para pedir un minuto de silencio por el ciclista belga Bjorn Lambrechet, fallecido el lunes a causa de una caída en el Tour de Polonia.
La ceremonia continuó y al final Egan hizo subir a la tarima a sus mentores: Rodríguez y Pablo Mazuera, quienes fueron aplaudidos por la multitud.
“Si nosotros pudimos hacerlo, muchas de las personas que están acá pueden hacerlo, seguramente. Hay que tener esperanza, hay que soñar, si nosotros pudimos hacerlo ustedes también”, concluyó Bernal.