Migrante perseguido por la Mara consigue asilo tras esperar por meses en México
Alec fue uno de los primeros integrados al programa conocido como “Permanecer en México”
Un migrante hondureño perseguido por pandilleros de la Mara Salvatrucha se convirtió en el primero en obtener el asilo en Estados Unidos de entre 14,000 que aguardan resultados a sus peticiones en ciudades fronterizas mexicanas.
Identificado únicamente como Alec, el migrante tuvo que huir de su país amenazado de muerte, porque en su iglesia evangélica tenía un programa para ayudar a rehabilitarse a pandilleros que deseaban desligarse de la mara, informó su abogada, Robyn Barnard, de la organización Derechos Humanos Primero.
Alec fue uno de los primeros migrantes integrados desde enero pasado al programa de Protocolos de Protección de Migrantes (MPP) comúnmente conocido como “permanecer en México”.
Una corte de migración en San Diego le otorgó el asilo a Alec la semana pasada “después de someter miles de páginas de su caso y de una audiencia que duró horas”, dijo la abogada.
A pesar de que el joven hondureño fue aceptado como refugiado bajo las leyes y protección de Estados Unidos, todavía tuvo que enfrentar otro obstáculo: cuando Alec iba a salir finalmente de la corte a la calle del centro de San Diego, agentes federales lo detuvieron.
“Los oficiales del Departamento de Seguridad Interior (HSD) dijeron que Alec quedaba bajo su custodia mientras se decidía si el gobierno presentaba una apelación a la decisión que se acababa de tomar en la corte”, dijo la abogada.
Según los oficiales, si la apelación procedía, Alec tendría que continuar la espera en Tijuana, ahora hasta que se resolviera la apelación.
Una conferencia que iba a ser convocada para dar a conocer el primer caso exitoso bajo MPP, cambió por otra urgente para denunciar que mientras el migrante permanecía en la garita de San Ysidro, a unos pasos de ser enviado nuevamente a Médiversas Alec (acá con su abogada en San Diego) es uno de los contados migrantes que han sido integrados a MPP. Cortesía xico, algunos oficiales lo intimidaban.
“Le decían que lo iban a deportar a Honduras”, dijo la abogada Andrea Guerrero, directora de la organización civil Alianza San Diego.
En la conferencia participaron líderes religiosos de creencias del condado de San Diego.
Finalmente, por la noche de la garita llamaron por teléfono a la abogada para informarle que Alec sería entregado en San Diego.
La abogada divulgó la primera foto en que se ve a Alec en libertad en una calle de Estados Unidos. En la imagen ambos caminan abrazados con muestras de felicidad en sus rostros.
Sin embargo, la abogada lamentó que Alec sea “uno de los contados migrantes que han sido integrados a MPP y que cuentan con representación legal”.
Desde enero, Derechos Humanos Primero solamente ha podido representar a Alec y a otro migrante ante cortes de migración. La abogada dijo que actualmente el uno por ciento de todos los migrantes integrados en MPP cuenta con asistencia legal de abogados, lo que dificulta abrumadoramente sus casos.
La Universidad de Siracusa publicó en julio un estudio que determinó que solamente entre el 1.2 y el 1.3 por ciento de los migrantes integrados a MPP cuenta con abogado para representación ante tribunales.
El estudio determinó que hasta finales de julio, MPP incluyó más de 13 mil 900 migrantes, en su mayoría centroamericanos, y para entonces ya habían sido rechazados 1,155 casos y solamente 14 personas contaban con abogados.
Al esperar en México, la mayoría de los migrantes rechazados ya no son deportados; las autoridades simplemente les avisan a los refugios donde se encuentran que sus peticiones han sido negadas y que ya no regresen a territorio estadounidense.
MPP fue una de las últimas acciones de la exsecretaria de Seguridad, Kristjen Nielsen. La administración del presidente Donald Trump la implementó unilateralmente y tomó por sorpresa a la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador a menos de dos meses de ocupar el gobierno.
Nielsen argumentó que los migrantes tendrían que aguardar en México porque cuando salían en libertad condicional, después de entrevistas iniciales para corroborar temores fundados, los migrantes adultos se deshacían de grilletes electrónicos, fallaban a citas en las cortes y se perdían entre la comunidad indocumentada en el país.
México aceptó el plan “por razones humanitarias”, informó el Instituto Nacional de Migración (INM), a condición de que excluyera a migrantes enfermos o deportaciones.