Julieta Venegas se ‘enamora’ de Argentina
Desde hace dos años radica en la metrópoli bonaerense, en una apuesta, valga la redundancia, por cambiar de “aires”. Y, aunque todavía está aprendiendo a organizarse en un país al que, asegura, empieza a conocer, Julieta Venegas se lanza como actriz en un monólogo, “La Enamorada”, que estrenó en el Teatro Picadero, en el epicentro cultural de la capital argentina.
La pieza, escrita por Santiago Loza y dirigida por Guillermo Cacace, incluye siete temas musicales de la cantautora nacida en California pero hecha artísticamente en Tijuana y la Ciudad de México.
Aunque el proyecto la emociona y la tiene feliz, Venegas aclara que, de ningún modo, esto puede traducirse en que quiere volverse actriz.
“Más bien es interpretar un texto que me gustó mucho por las cosas que dice, las cosas que toca. La verdad, es muy loco, porque yo nunca me he sentido atraída a la actuación”, aseguró.
“Tenía ganas de combinar la música con otras disciplinas. El texto de Santi (Loza) me movió muchas cosas, pero en sí es una forma de trabajar distinta, porque este teatro lo estamos haciendo en cooperativa, y se juntaron varias disciplinas que me atraen”, compartió.
El único antecedente de Venegas como actriz en teatro fue en 1996, en “Calígula Probablemente”, cuando, por invitación del director Francisco Franco, interpretó a una joven recién llegada de Tijuana a la capital mexicana.
En esencia, esta suerte de cambio de piel para la cantante es un salto al vacío en medio de una etapa en la que no le preocupan los resultados, sino la libertad de crear.
“¿A ver a dónde me lleva esto? Es de esas cosas en las que el proceso mismo es toda una alegría. No tengo idea de qué pase después del estreno. No sé si después de dos funciones se va a acabar, pero ahorita es increíble”, resaltó.
Si bien el trabajo que ha desarrollado para “La Enamorada” le ha tomado un año intenso, en el que pese a que se le fueron las ganas de grabar un disco se metió a un estudio para dar forma a los temas musicales del montaje, Julieta no para de componer.
Vivir en Argentina la tiene contenta porque tiene mucho tiempo para ella y su hija Simona, pero sobre todo tranquilidad para empezar de nuevo en muchos aspectos.
“Mudarme fue una decisión de vida, obviamente, pero por la cotidianidad me sentía muy abrumada en la Ciudad de México y, por otras razones personales, necesitaba como bajarle dos cambios a todo”, admitió.
“Estoy aprendiendo otra vez todo en la (vida) cotidiana, a moverme... Aquí hay amigos y siento que puedo hacerles preguntas sobre cómo hacer esto y el otro, hasta cómo pagar la renta”, dijo.•