Maule te conquistará
Una región de Chile de costumbres y tradiciones intactas
Es la séptima región y el corazón de las 16 existentes en Chile. Ubicada justo a la mitad del largo del territorio de 4 mil 329 kilómetros, que lo hace el país más largo y angosto del mundo.
El Maule deja huella no sólo geográficamente, sino también en el espíritu de sus habitantes que conservan sus costumbres y paisajes casi intactos. Por estos rumbos, aunque suene a cliché, el camino por momentos resulta más atrayente que el destino, y todo se debe a su privilegiada ubicación entre lagunas y valles; sus bosques llenos de robles, raulíes y hualos; sus humedales con cisnes de cuello negro, su zona dunaria, y la costa con piedras labradas por el mar y el viento que crean spots sólo para disfrutarse como la Piedra de la Iglesia.
“Yo por 12 años me he dedicado al turismo en mi zona, y por ello hay tanto que compartir”, narra Emerson, emprendedor de un proyecto llamado Turismo Maule, y quien guía en esta aventura con primera parada en: Curicó, famoso por los viñedos.
Y si se trata de alimentar más que el espíritu, esta ciudad y sus alrededores tiene buenos restaurantes donde sirven la plateada, un guiso a partir de vacuno y, claro, unas empanadas de pino (guiso con res y verduras) hechas en horno de barro.
A menos de tres kilómetros hay una serie de bodegas donde ofrecen toda clase de degustaciones y experiencias de trekking y picnic; al menos agéndate explorar viñas San Pedro para abastecerte de etiquetas, o bien reservar una cena en el viñedo de Miguel Torres, impulsor de la uva País, que define la enología de esta zona.
Siguiendo la ruta, pasamos a la provincia de Talca, que funge como capital del Maule, directo a San Javier, a Casa Bouchon, uno de los representantes del creciente turismo enológico, y una bodega con 130 años de tradición.
Ahí atento, justo esperando en la puerta de esta casona de 1850, está Cristóbal, el hospitality manager, que con detalle nos introduce en lo que desde 2016 es un hotel boutique con 9 habitaciones, y que se sitúa en medio de un viñedo de 200 hectáreas, generadora de cinco líneas de la casa.
Esta hacienda esconde un gran patio central con hermosos naranjos y varias amenidades como amplias habitaciones, comidas caseras, salón de juegos, tour de vinos, acceso a piscina, un hot tub hecho de un fudre de roble, así como rutas en bici y trekking.
Son cuatro generaciones Bouchon, que comenzó con un inmigrante francés y que hoy trabaja hombro con hombro con talentosos elementos, como su joven enólogo Christian Sepúlveda.
La siguiente visita es a la médula de la historia chilena, a Yerbas Buenas, en la provincia de Linares, ahí el guía es la folclorista Silvana, quien para comenzar el recorrido nos introduce a las cuecas, una danza de pareja y canto que dice su origen en el siglo 18.
Entre edificaciones de 1814, de las cuales aún se conservan bastantes, es como se accesa a esta comuna. Blancas en su mayoría, de muros de adobe, pisos de ladrillos y vigas a la vista, sus casonas y el Museo Histórico Yerbas Buenas están en los anales de la independencia de Chile, que se celebra por todo lo alto el 18 de septiembre.
La sugerencia es dedicarle, al menos, una mañana a este punto, pues la mágica voz de Silvana puede comenzar a escucharse acompañada de su guitarra en cualquier momento en su local de comida y artesanías, frente a la plaza principal.
Para cerrar este viaje, lo mejor es la costa, y para eso está Constitución. Ahí, todo el paisaje comienza a mutar, el Río Maule nos va acompañando impaciente y listo para desembocar en el Pacífico.
La piedra de la iglesia, el cerro Mutrún y la playa los gringos son parte de la agenda, por ello los chilenos le llaman la Perla del Maule, pues hacia donde voltees quedas conectado con su belleza.
Paraíso de los surfistas y de los amantes del avistamiento de aves, en Constitución puedes sentirte amo del mundo al subir a Mutrún, cerro a más de 90 metros y donde observas perfectamente cómo se besan río y mar, para después bajar y dar un paseo en bote, no sin antes pasar al restaurante bar del Padre Adán por una chicha y
un ponche de durazno.
Aseguran que la chicha ayudará, pues el remate debe estar lleno de adrenalina, y Eduardo sabe cómo lograrla a los minutos que llegas a las dunas y humedales de Putú, donde entiendes por qué dejó su trabajo de oficina y hoy tiene la agencia de turismo Maule Extremo (búscalo en Instagram).
Es el campo lunario más grande de Chile, donde hace varios circuitos a través de vehículos de velocidad, bicicletas para la arena o te montar un hermoso picnic frente a los humedales mientras ves sobrevolar cisnes de cuello negro.
Un poco de todo tiene el Maule, pero lo que más ofrece son esas ganas de recibir al visitante, de compartirle que sea cual sea su plan, ahí lo van a satisfacer.