PRIMARIAS DEMÓCRATAS SIN UN CLARO FAVORITO
Faltan casi tres semanas para comenzar las primarias demócratas sin que haya un precandidato presidencial favorito o alguien que al menos que se vislumbre como un rival del presidente Donald Trump capaz de aglutinar el respaldo partidario. Lo peor es que no parece que lo habrá por un tiempo.
El debate de ayer en Iowa fue el más reducido entre los aspirantes a la nominación presidencial demócrata. No es que se redujo a seis la veintena de candidatos de hace unos meses, sino que las exigencias para participar en ellos es mayor. Se necesita tener por lo menos un 5% en tres encuestas nacionales aprobadas por el Comité Nacional Demócrata ó 7% en las dos primeras contiendas estatales y por lo menos tener 225,000 donantes a su campaña. Otros seis aspirantes quedaron afuera por no cumplir estas condiciones.
La imagen de este último debate fue muy distinta a los anteriores. No hubo ningún representante de minorías raciales. El empresario asiático Andrew Young y el ex gobernador de Massachusetts el afroamericano, Deval Patrick permanecen carrera pero ellos no tienen el peso del ex secretario de Vivienda, Julián Castro, y del senador Cory Booker. La presencia de estos dos últimos, aunque sus posibilidades de ganar la nominación eran pocas, hacía recordar que los latinos y los afroamericanos son muy importantes en la selección de un candidato en la primaria y vitales para la victoria demócrata en la elección general.
Las encuestas nacionales tienen a la cabeza al ex vicepresidente Joe Biden, aunque los sondeos de opinión de las reuniones electorales o caucuses de Iowa lo muestran en una competencia cerrada con los senadores progresistas
Bernie Sanders y Elizabeth Warren. El primero se respalda en la creencia de que un moderado con experiencia es el único capaz de ganarle a Trump, los otros dos son los dueños de las ideas nuevas y del entusiasmo.
A este panorama se le suma el ex alcalde de South Bend, Indiana, Peter Buttigieg, quien está en el pelotón que encabeza la carrera, la senadora Amy Klobuchar que apuesta ser una sorpresa y los multimillonarios Michael Bloomberg y Tom Steyer. Bloomberg apuesta su candidatura para el Supermartes de marzo.
El panorama electoral hoy es penoso. La unidad republicana detrás de Trump contrasta con las divisiones demócratas que se hacen cada vez más personales a medida que los precandidatos se atacan uno a los otros. El riesgo de una larga primaria desgastante y divisiva está presente. La pregunta inevitable es si electorado demócrata podrá unirse para derrotar en noviembre al rival común.•
División «La interrogante es si los demócratas podrán unirse para derrotar a Trump».