Llega a EEUU con visa humanitaria exprisionera opositora cubana enferma
La opositora cubana Xiomara Cruz Miranda, activista de las Damas de Blanco, llegó ayer a Miami con una visa humanitaria para tratarse del mal que la aqueja desde que estuvo recluida cerca de un año en una prisión de la isla y que ella atribuye a que el régimen “le inyectó algo adentro”
Visiblemente débil y delgada, Cruz denunció a la prensa que la esperaba en el Aeropuerto Internacional de Miami que cree que le inocularon algo, pero que tiene fe que se va a curar en Estados Unidos.
En una silla de ruedas y sin querer hablar mucho a los medios porque le “faltaba el aire”, la opositora llegó en compañía de su hija Clara Iznaga.
La opositora de 58 años dijo que la visa humanitaria le permitirá estar de dos a tres meses en Miami, donde será tratada en el Hospital Jackson Memorial.
Cruz, militante también de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), el grupo de José Daniel Ferrer, preso desde octubre, se lamentó que en un periodo de “nueve meses” ha perdido su masa muscular.
“La carne ahora está pegada al hueso”, dijo.
Rodeada de disidentes cubanos, entre ellas las Damas de Blanco María Elena Alpízar y Blanca Reyes, Cruz fue llevaba de inmediato al hospital en una ambulancia, según explicó el médico y activista humanitario Alfredo Melgar.
Sobre la inoculación, Alpízar dijo que “todos los presos anticastristas están en ese riesgo” de ser inyectados con “virus o bacterias patógenas”, pero que espera que Xiomara Cruz se cure en Estados Unidos.
“Ella es una valiente mujer que cuando ingresa en la prisión estaba completamente saludable y salió así como de un campo de concentración”, dijo por su parte Melgar.
El médico no descartó la posibilidad de que sean ciertas las denuncias de que fue inoculada a propósito, al señalar que eso ya ha pasado en la isla con anterioridad.
“Puede ser un virus o una bacteria que son muy agresivos y que le pueden provocar un proceso infeccioso”, matizó.
Por otro lado, el médico dijo que también puede tener algo “maligno, como un cáncer o un linfoma, a juzgar por el deterioro que ha sufrido en poco tiempo y la anemia que la afecta.
La activista cubana logró una visa humanitaria impulsada por una campaña comunitaria de grupos del exilio en Miami como las Damas de Blanco y la Fundación Nacional Cubano-Americana, que solicitaron a congresistas interceder ante el Gobierno estadounidense.l