El alimento de las gaviotas
Las gaviotas prefieren los alimentos que han visto manipular a los humanos, según una nueva investigación de la Universidad de Exeter en gaviotas argénteas del Reino Unido.
La exposición prolongada a los sonidos de los barcos debilita los poderes de camuflaje de los cangrejos de costa y los deja más expuestos al ataque de los depredadores.
Esta especie, ‘Carcinus maenas’, puede cambiar lentamente su color para mimetizarse con las rocas en las que viven. Un nuevo trabajo, que aparece en la revista ‘Current Biology’, ilustra cómo el ruido submarino hecho por el hombre puede convertir a los cangrejos de tierra comunes en víctimas fáciles para potenciales depredadores.
“El trabajo previo había demostrado que el ruido del barco puede ser estresante para los cangrejos de orilla, por lo que en este estudio, queríamos abordar cómo ese estrés podría afectar los comportamientos de los que dependen para sobrevivir”, dice la primera autora del estudio Emily Carter, graduada de la Universidad de Exeter.
A diferencia de las ranas o los murciélagos, que usan el sonido para comunicarse o cazar, los cangrejos no usan principalmente el sonido para interactuar entre ellos. Sin embargo, este estudio demuestra que la contaminación acústica aún puede afectar comportamientos importantes de supervivencia del cangrejo de costa como la capacidad de camuflar y responder rápidamente al peligro.
Carter colocó cangrejos de orilla de capa oscura jóvenes en tanques blancos. Dentro de los tanques, los cangrejos estaban expuestos a los sonidos submarinos de un crucero, un barco de contenedores y un petrolero. Como control, otros cangrejos escucharon los sonidos naturales del agua, que se reproducían en silencio o en voz alta con una amplitud similar al ruido del barco.
Durante 8 semanas, los cangrejos expuestos al ruido del barco aligeraron su color para igualar su aspecto solo la mitad que aquellos que escucharon solo agua ambiental (silenciosa y ruidosa). Carter cree que este cambio reducido en el color demuestra el efecto único de la conron