EL PAQUETE DE AYUDA Y LOS LATINOS
El impacto económico de la crisis de coronavirus se sentirá después de que pase la crisis cuando haya millones de desempleados. Se sentirá especialmente dentro de la comunidad latina por el tipo de labores que sus miembros realizan.
Un estimado del Private Sector Job Quality Index dice hay 37 millones de empleos en EEUU que pueden ser vulnerables, a corto plazo, por la crisis. El análisis se basa en los trabajadores de los sectores que se ven obligados a cerrar como resultado de recomendaciones de distanciamiento social y de permanecer en el hogar. Se cree que más de tres millones de personas solicitaron beneficios por primera vez para desempleo la semana pasada.
Aunque la tasa de desempleo de los latinos se resumió a finales de 2019 a un mínimo histórico, muchos trabajan en las industrias de servicios, como restaurantes y hoteles. El 27% de los empleados en esas industrias son latinos, según las estadísticas del Departamento de Trabajo.
Los mismos datos muestran que solo el 16% de los latinos dijeron que podrían trabajar en casa en 2017 y 2018, en comparación con el 30% de los blancos.
Este panorama ya se siente en los hogares latinos. Una encuesta del Pew Research indica que las preocupaciones económicas de los latinos son más pronunciadas que las del público en general. La mitad de los latinos dicen que el coronavirus es una amenaza importante para su situación financiera personal en comparación con poco más de un tercio de los estadounidenses en general.
El Senado ha creado un paquete de ayuda de dos billones (millón de millones) de dólares para enfrentar la crisis que tiene a la mitad de la población encerrada en su casa. Hay en el paquete un aumento en el monto del seguro de desempleo, que va desde 200 a 500 dólares semanales, lo que se prevé que costará unos 250,000 millones de dólares. La ayuda tiene que llegar a todos, incluso a los que laboran en sectores informales de la economía.
La última dificultad que retenía el proyecto de ley era precisamente la cantidad de fondos para el desempleo. Es inaudito que la preocupación de los republicanos es que sea tan elevado que desaliente el trabajo. Esa no es una consideración para hoy. Es más, es un estereotipo conservador de que el pobre no quiere trabajar.
No es extraño que al final de la crisis las comunidades de minorías sean a las que mas les cueste recuperarse. Eso ocurrió durante la recesión de 2008. La riqueza media de los latinos cayó a 38,900 dólares, una disminución del 55% desde 2007 hasta hoy.
Hay una urgencia inmediata que atender, la epidemia. Pero también hay que ver cómo recuperar la mano de obra que estará paralizada por un tiempo.•
Impacto «Los efectos de la crisis también se sentirán a largo plazo».