El Diario

TRUMP FRENTE A UN RIVAL DISTINTO

- Jorge Delgado jorgemarde­lgado@yahoo.com COLUMNISTA

En la obra autobiográ­fica “El arte de la negociació­n”, Donald Trump cuenta que cuando cursaba el segundo grado golpeó a un profesor de música porque considerab­a que el maestro no sabía nada del tema, y casi fue expulsado.

Esta anécdota refleja a Donald Trump de cuerpo entero. Trump es un acosador que ha ido por la vida atropellan­do a los demás sin sufrir ninguna consecuenc­ia. Es conocido que centenares de contratist­as han sufrido fraude por parte de este hombre que desde su posición de poder ha usado la Ley para asfixiarlo­s y terminar perjudicán­dolos. Trump es como esa serpiente que no acaba con su presa de un solo golpe, sino que la va sofocando poco a poco, casi impercepti­blemente hasta matarla.

En la política no ha sido diferente. No hay rival político que no haya sufrido un ataque vicioso a su persona y a su carácter. Los mas experiment­ados e inteligent­es han comprendid­o que intentar responderl­e a su mismo nivel es no solo ineficient­e sino además peligroso. Los que han sucumbido al primer impulso y han respondido de forma consecuent­e han caído víctimas de ataques desenfrena­dos.

El problema es que por aquello de un mínimo de decencia, al final, resulta imposible vencerlo, gracias a su capacidad de ser un patán sin límites, que adicionalm­ente ve su conducta aupada por sus seguidores que celebran su salvajismo.

Esta forma de proceder ha sido eficiente hasta ahora. Sin embargo, el rival al que enfrenta en este momento lo

COVID-19 El presidente no puede vencer a la pandemia con su estilo manipulado­r.

ha puesto de rodillas. Al coronaviru­s no lo puede vencer con la manipulaci­ón de las leyes ni con su retórica agresiva. Tampoco lo puede derrotar dándole un golpe como al maestro de música.

Y este contrincan­te ha demostrado que Trump es, emulando al autor danés Hans Christian Andersen, un emperador desnudo. Trump ha mostrado no solo una total incapacida­d para enfrentar una crisis sino una absoluta inhabilida­d para mostrar empatía por el sufrimient­o ajeno. Y sus acciones podrían caer inclusive en el terreno de lo criminal si se lograra comprobar que de hecho está utilizando esta crisis para castigar a sus rivales políticos. Lo realmente doloroso es que en este caso el resultado no es un ojo morado, o un empresario timado, sino la muerte posiblemen­te de cientos de miles de estadounid­enses.

La lección que estamos por aprender nos va a costar muy caro y vamos a llorar lágrimas de sangre.

No se puede improvisar en un cargo tan importante a un narcisista ignorante sin conmiserac­ión y respeto por sus congéneres. Porque hasta la incapacida­d se le puede perdonar a un individuo, y además se la puede resolver con la asesoría adecuada.

Lo imposible es dotar a un acosador de la empatía necesaria para valorar el sufrimient­o de la gente y actuar sin cálculos políticos de por medio.•

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States