El Diario

EN EL SIGLO XXI, ¿EXISTE EL MACHISMO?

- Dra. Nancy Alvarez B@dranancyal­varez

Quiero creer que está superado. He trabajado tanto para que los hombres superen el machismo, que decidí trabajar con las mujeres para que acepten que la masculinid­ad está en crisis cada día más. Hemos educado en esto, pero no lo hemos hecho bien. Si así hubiera sido, no existirían los movimiento­s como el Me Too.

Tampoco seguiría subiendo la violencia intrafamil­iar, los feminicidi­os y un gran etcétera. Habría más mujeres en puestos importante­s y ganaríamos igual que los hombres.

No soy feminista, y nunca lo he sido. Aun así, muchos hombres me odian porque, según ellos, soy “culpable” de su divorcio o de que su pareja ya no sea la ovejita que ellos manipulaba­n. Creían que impulsar a la mujer a estudiar, a ser independie­nte, a darse a respetar, a invadir el espacio masculino, era ser feminista.

Es imposible que yo sea feminista. Desde pequeña trabajé cantando y a los 15 años ya ganaba más que mi papá. He ganado más dinero mensualmen­te que el presidente de Estados Unidos. Pienso que eso me ayudó a ser autosufici­ente, a lograr mis metas, en vez de quejarme de los hombres y de asumir el papel de víctima.

Tampoco apoyo, ni apoyaba en esos años, el hecho de que las mujeres eran sumamente acosadas sexualment­e por los hombres. Luché contra esa desigualda­d. Y, aunque hoy en mi país, República Dominicana, hay más mujeres que hombres en las universida­des, seguimos siendo uno de los países con más altas tasas de feminicidi­os en el mundo.

Me pregunté: ¿por qué no logro que esto cambie? ¿Por qué los hombres pensaban que era una feminista furibunda que solo hacía que su mujer cambiara? Me di cuenta de que ese no era el camino. Ya la mujer había hecho su liberación femenina, pero el hombre no.

Y, si como psicóloga no lograba que el hombre entendiera que el viejo masculino no funcionaba, había fallado o no había podido comunicarm­e eficazment­e. ¿Por qué educar y ser congruente no lograba lo que yo quería? Porque la familia es un sistema, y lo que pasa en el sistema afecta a todos sus miembros.

Lo que yo hago, va a definir lo que mi pareja, sea hombre o mujer, haga. El hombre no es el malo de la película, ni la mujer tampoco. Simplement­e estamos bailando un baile que hace tiempo nos enseñaron y que, de manera inconscien­te, continuamo­s sin darnos cuenta.

He vivido en el mundo de los hombres desde hace mucho tiempo. Descubrí que hacernos respetar y poner fronteras, decir “no”, sin necesidad de hacer un escándalo o ponernos a llorar, funciona.

En toda relación, lo que usted hace o deja de hacer, determinar­á lo que finalmente pase. Eso me hizo cambiar: desde hace años, no defiendo ni acuso a ninguno de los dos. Solo doy pautas para hacer que su relación funcione. Es el único camino.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States