En Nueva Jersey
El gobernador Phil Murphy reportó que hasta ayer se han registrado 159,608 casos positivos en Nueva Jersey y 11,634 fallecimientos.
Oswaldo Mendoza
de familias, que ya en pocos días acumularán dos y hasta tres meses de morosidad en sus alquileres.
También, exhortan a un cambio estructural en la recaudación fiscal, para que los más ricos paguen más impuestos.
“Yo he negociado con mi casero. No he podido pagar la renta desde marzo. Nuestra petición al Gobernador es que haya una vía razonable a la exoneración. Si de manera normal es duro pagar la renta, suma ahora dos o tres meses acumulados”, razonó el inmigrante mexicano.
La consulta de PHS refleja que la brecha financiera para muchos neoyorquinos, es tan amplia que inclusive el cheque de estímulo federal de $1,200, no ha sido suficiente para llenarla.
Casi una cuarta parte, es decir el 23%, de todos los encuestados, dijeron que ese cheque no es suficiente para sus necesidades inmediatas y que ahora necesitan más ayuda.
A un número incalculable de familias de inmigrantes, les fue peor, pues aunque pagan impuestos, por diversos razonamientos del Gobierno federal, no calificaron para el cheque.
Este tema espinoso, también afecta a Oswaldo, quien forma parte de una familia mixta.
“Mis dos hijos son ciudadanos, al igual que mi esposa. Es un acto de profunda discriminación que se les haya negado, en medio de esta crisis, la ayuda federal. Y nuestra realidad es la de miles de familias en Nueva York. Por ello nosotros debemos seguir elevando nuestra voz”, aseveró.
COVID-19 y programas sociales
De igual forma, PHS examinó cómo es la realidad económica de las personas que reportaron presuntos casos o confirmaron haberse infectado con COVID-19.
Los encuestados con un diagnóstico confirmado o presunto de COVID-19 en su hogar, fueron mucho más propensos que aquellos sin un diagnóstico, a utilizar o solicitar cupones de alimentos (SNAP), despensas de alimentos y comedores populares y servicio de entrega de alimentos para personas confinadas en el hogar.
No es difícil encontrar por las calles, a quien encaje en esta ecuación.
La trabajadora de la construcción dominicana Francia López, de 35 años, cree que
se contagió con sus compañeros en una obra en Long island City. Siguieron trabajando después del cierre de la ciudad, porque se trataba de un proyecto público.
“Estuve enfermo por dos semanas y además de eso contagié a mi mamá. En mi casa solo yo trabajo. Ya la semana pasada me destrozó el alma saber que mi viejita, por primera vez desde que llegamos a este país, ha estado en colas para recibir comida y latas en Washington Heights. Nos quedamos sin un centavo y sin dinero para la renta del próximo mes”, relata la isleña.l