Papa condena los episodios de violencia en EEUU
El Papa Francisco se dijo ayer preocupado por la situación en Estados Unidos tras la muerte de George Floyd y afirmó que no se puede tolerar el racismo, pero condenó los episodios de violencia en este país a raíz del suceso.
Durante los saludos a los fieles de habla inglesa en la audiencia general, que se sigue celebrando sin fieles en la biblioteca del palacio pontificio, Francisco afirmó que estaba siguiendo “con gran preocupación los dolorosos disturbios que están sucediendo en Estados Unidos en estos días, después de la trágica muerte de George Floyd”.
“Queridos amigos, no podemos tolerar ni cerrar los ojos ante ningún tipo de racismo o exclusión”, dijo Francisco que agregó que “el racismo es un pecado”.
Y observó que, al mismo tiempo, hay que reconocer que “la violencia de las últiEstados mas noches es autodestructiva” y que “nada se gana con violencia y se pierde tanto”.
El pontífice se unió en oración a la Iglesia de San Pablo y Minneapolis, y de todos los Estados Unidos, “por el alma de George Floyd y de todos los demás que perdieron la vida a causa de pecado de racismo”
“Oremos por el consuelo a las familias y a los amigos con el corazón roto y por la reconciliación nacional y la paz que anhelamos. Que nuestra Señora de Guadalupe, Madre de América, interceda por todos aquellos que trabajan por la paz y la justicia en su tierra y en mundo”, agregó.l
Dolorosos disturbios Francisco afirmó que estaba siguiendo “con gran preocupación los dolorosos disturbios que están sucediendo en Estados Unidos
so y un ardor de la mezcla de la sangre con el gas que la hizo gritar de inmediato.
Con el rostro bañado en sangre, unos manifestantes la llevaron a la retaguardia de la protesta, donde la subieron a una camioneta y la llevaron a un hospital.
Esta periodista “freelance”, que aún no había vendido su historia a ningún medio de comunicación, recibió al despertar de la anestesia la peor noticia posible: a pesar de los esfuerzos y varias horas de cirugía había perdido la visión de su ojo izquierdo.
Los periodistas: el blanco prederminado
Al preguntarle si cree que los periodistas son un blanco de la Policía en estas protestas, Tirado responde con un rotundo “sí”.
“Si puedes sacar a la prensa del camino, entonces todo lo que tienes son quejas directamente de los manifestantes, y luego pueden decir ´oh, son saqueadores´”, explica. “Sin los periodistas, las manifestaciones y las historias de brutalidad no tienen validez”.
Esta lección sobre la relación entre prensa y autoridades en manifestaciones la aprendió en Ferguson (Missouri) en agosto de 2014, cuando reportó otro de los casos que han provocado la protesta de la brutalidad policial contra las minorías en EE.UU.: la muerte del joven Michael Brown.
Seis años más tarde, los intentos oficiales por impedir el trabajo de la prensa se han repetido, dice.
Más de dos decenas de periodistas, camarógrafos y fotógrafos han sido objeto de agresiones y arrestos por parte de las autoridades en las protestas por la muerte de Floyd.
Ahora, desconoce exactamente qué le depara el futuro y sin un empleador que la respalde tendrá que afrontar todos los elevados gastos médicos de su propio bolsillo, y tampoco sabe cuaádo podrá regresar a su trabajo para traer dinero a casa.
Pero al menos está agradecida de que aún tiene su ojo derecho, con el que puede seguir tomando sus fotografías y retratando “historias que nadie debería olvidar”.•