El retorno al trabajo
Un factor que puede demorar el retorno de los trabajadores a los empleos, especialmente con el verano, es la escasez de guarderías y la cancelación de los campamentos, que impiden que algunos padres vuelvan a sus ocupaciones.
“Ella [su madre] depende de mí y no podía fallarle. Yo le envío entre 200 y 250 dólares cada quincena”.
mi prima trabaja con ellos, seis meses por año. Eso me dio confianza. Así que me vine para Alaska”.
Minerva considera que merece un empleo mejor dado su nivel de educación y su experiencia en los negocios. Sin embargo, dada la contingencia que se vive y la escasez crítica de trabajo, como buena inmigrante - dice - que le entra a todo lo que sea un oficio honesto.
“Estoy acostumbrada a trabajar con el cerebro y ahora tengo una ocupación manual. Pero soy muy positiva. Lo veo como una experiencia más en la vida de la que voy a aprender mucho”.
Hizo un contrato por cuatro meses para trabajar en Alaska.
Su meta es pagar sus deudas y ahorrar lo más que pueda para regresar a Los Ángeles, y volver a su negocio de organización de eventos, una vez que el coronavirus deje de ser una amenaza.
“El sueldo no es mucho, pero hay bastante oportunidad de trabajar horas extras. Y la compañía nos da la vivienda. Yo lo voy a compartir con mi prima y nos ofrecen los alimentos”.
Revela que durante los meses que estuvo sin empleo y sin dinero, se sintió muy frustrada y con la estima muy baja. “Uno siente que no vale nada. Hoy estoy muy agradecida por esta oportunidad”.•