El Diario

Transgéner­o mexicana gana asilo

Elizabeth Espinoza pasó detenida varios meses en el centro migratorio de Adelanto después de entrar al país en busca de refugio

- Araceli Martínez Ortega Araceli.martinez@laopinion.com LOS ÁNGELES

Elizabeth Espinoza, una mujer transgéner­o de 27 años que escapó del acoso y maltrato que sufría en México, ganó el asilo político en Estados Unidos, pero también una demanda por discrimina­ción en el lugar de trabajo.

“Cuando me dieron la noticia empecé a llorar de gusto. Me sentí muy contenta. ¡Sí se pudo!”, exclama.

Elizabeth salió de México hace cuatro años después de sentirse rechazada y agredida hasta por su propia familia.

“Era algo muy triste. Yo nací hombre, pero desde que estaba en el kínder me sentía y actuaba como una mujer. La gente se burlaba de mí, y mi mamá me metía a la casa y me golpeaba”, dice.

Ese maltrato la hizo encerrarse y quedarse callada. Sus propios hermanos —dice— la golpeaban. “Me tenía que vestir de hombre para que mi familia no se avergonzar­a de mí”.

Muchas veces pensó en el suicidio para poner fin a su sufrimient­o. “Hasta fui a ver a una psicóloga a los 15 años, y ella misma me discriminó”.

Cuando en Guadalajar­a, México donde vivía con su familia, la mafia local —asegura— mató a su hermano; empezó a ser amenazada ya que ella fue quien proporcion­ó su ADN para identifica­r los restos.

“Cuando me reconocier­on como hermana, empezaron a perseguirm­e y amenazarme”.

Fue un familiar quien le recomendó emigrar a Estados Unidos. “En medio de mi dolor, vi la oportunida­d para librarme de las amenazas y dejar el asfixiante núcleo familiar. Fue como ver una luz al final del túnel”.

Cuando el 9 de julio de 2016, Elizabeth se presentó ante los agentes de migración en Tijuana para solicitar asilo político, fue arrestada y puesta bajo custodia en el Centro de Detención de Adelanto, California, por ocho meses.

El 21 de julio de 2016 tuvo una entrevista de miedo creíble; y el 23 de julio le informaron que vería a un juez.

“Para dejarme salir de la detención, me pusieron una fianza de $5,000 que luego me bajaron a $3,500. Pero yo no tenía nadie que me ayudara a pagarla. Estaba tan desesperad­a. Los ánimos se me cayeron y hasta pedí la deportació­n, pero la jueza me dijo que no porque mi vida estaría en peligro”.

Cuando menos lo esperaba ocurrió un milagro, un amigo que hizo en la cárcel de Adelanto, al salir libre le prestó el dinero para que pagara la fianza.

“Fue ese amigo que me ayudó a recuperar mi libertad, quien me dio techo en su propia casa mientras yo me establecía en Los Ángeles”, recuerda.

Elizabeth fue liberada el 20 de marzo de 2017. En junio de ese año inició su proceso de asilo; y al mismo tiempo, un tratamient­o hormonal para su transición a mujer transgéner­o.

Pero tenía que ganarse la vida y consiguió trabajo como costurera en una prestigiad­a empresa de ropa. Lo que nunca imaginó es que iba a ser objeto de burlas y maltrato.

“Me empezaron a señalar y a decir que lo mío era cosa del diablo. De los comentario­s hirientes y discrimina­torios, pasaron a regresarme todo el trabajo que hacía como un castigo por el odio que yo les despertaba”.

Llegó un momento en que ya no aguantó más, dejó el empleo y demandó a la compañía. “Este año gané la demanda. Me dieron 40,000 dólares de compensaci­ón”, agrega.

En agosto de 2019, encontró al amor de su vida y se casó con Luis Espinoza, un hombre nacido en los Estados Unidos.

El 26 de noviembre del 2019, cambió legalmente su nombre a Elizabeth Espinoza.

Prácticame­nte desde que salió libre de Adelanto comenzó a buscar abogados de inmigració­n para su petición de asilo. “Muchos me decía que no se podía, que era fraude hasta que encontré al abogado Sergio Siderman, y él aceptó tomar el caso”,

El 28 de febrero de este año, temblando de miedo, Elizabeth acudió ante un juez de migración. Le aterraba que le fueran a negar el asilo y volver a México y vivir el maltrato de su familia, el acoso de la sociedad y la amenaza de los mafiosos.

62% de casos negados

De acuerdo a TRAC, el Centro de Investigac­ión de Datos sin fines de lucro de la Universida­d Syracuse, en el año fiscal 2019, el 62% de las solicitude­s de asilo fueron negadas.

Difícil pero no imposible

El abogado Siderman presentó al juez un expediente de varios cientos de páginas incluyendo reportes psicológic­os y clínicos de Elizabeth, así como datos sobre el crimen organizado, la falta de protección de la comunidad LGBT en México y el riesgo de muerte que enfrentarí­a si volviera a México.

El juez decidió darle protección a Elizabeth a través del asilo. “El 28 de febrero de 2021, ella podrá realizar su ajuste a residencia permanente con vías a la ciudadanía”, dice su defensor.

“El caso de asilo político para una transgéner­o mexicana es muy importante en un momento histórico en el que la comunidad LGBTQ logra importante­s conquistas como el fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos que les reconoce los mismos derechos laborales, mientras que en México esta comunidad sigue siendo castigada, marginada y perseguida”, afirma.

El experto en leyes migratoria­s comenta que el asilo político es casi imposible para los mexicanos porque las leyes, señala, que un gobierno los debe perseguir o permite que un grupo sufra.

“Para los integrante­s de la comunidad LGBQT, lo importante es demostrar a la corte que pertenecen a ese grupo y que tienen un caso bueno de sufrimient­o que los haga calificar”

“Elizabeth tuvo una vida difícil en México. Murió su papá cuando tenía un año de edad. Su mamá no la aceptó

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