Un conteo preciso será beneficioso para todos
En la ciudad de Nueva York varias organizaciones comunitarias continúan impulsando la participación ciudadana en el Censo con el objetivo de que no ocurra como en el pasado.
En 2010, la tasa de auto-respuesta en Nueva York fue del 62%, mientras que el promedio nacional fue del 76%.
En algunos vecindarios, las tasas de auto-respuesta fueron tan bajas como 35%. Esto significa que la ciudad de Nueva York ha sido históricamente menos contada; y es esto precisamente lo que los neoyorquinos no pueden permitir que vuelva a suceder.
“En Staten Island la comunidad inmigrante ha sido muy entusiasta aun cuando la pandemia de COVID-19 ha afectado las medidas tradicionales de la Oficina del
Censo, nosotros hacemos juntas digitales, repartimos volantes, mandamos mensajes de texto y llamadas o incluso yendo de puerta en puerta -con equipo de protección personal- para hablar con nuestros vecinos en persona y además proveemos información por medio de videos en español y mixteco”, dijo Yesenia Mata, directora ejecutiva de La Colmena, una de las más de 150 organizaciones de base comunitaria y pro inmigrante comprometidas con el Censo 2020.
“Corona es uno de los barrios de la ciudad que ha sido menos contado y en donde la comunidad hispana es muy diversa, además actualmente es uno de los vecindarios más golpeados por la pandemia, por esa razón, el esfuerzo de divulgación de los beneficios del censo que hacemos aquí es intenso. Nuestro mensaje a la comunidad es que un conteo preciso traerá beneficios para mejorar la calidad
de vida. Más y mejores escuelas, hospitales, carreteras, seguridad y más que todo, la representación política en el congreso”, dijo de su lado Walter Sinche del Centro Comunitario Andino de Queens.
El activista ecuatoriano instó a que haya mayor tasa de participación. “Al no hacerlo, no solo se perderían esos beneficios, sino que continuaríamos siendo invisibles ante la retórica discriminatoria y considerados minoría, cuando en realidad somos la población mayoritaria que trabaja y paga sus impuestos, que no vemos traducidos en obras”.l