“La Morena” resalta activismo de muralista hispana
El documental cuenta la historia del trabajo social de una artista chicana
El activismo a través del arte es lo que revela el cortometraje titulado “La Morena”, realizado por la cineasta Pita Juárez y que retrata el trabajo de una muralista chicana que enfoca su arte en temas de justicia social, como la separación de menores migrantes de sus familias y el sueño de miles de jóvenes indocumentados.
“Mis murales ayudan a crear conciencia sobre problemas específicos de injusticia. Pero la mayoría de las veces intentan censurarme. Así que aprendí a pintar piezas decorativas de cultura con mensajes de justicia que informan a nuestras comunidades”, dijo Lucinda Yrene, conocida como “La Morena”.
Ahora, el trabajo de la artista plástica es llevado a un cortometraje documental que se estrena este domingo 2 de agosto en la plataforma digital Vimeo on Demand, y se inspira en el mural "Humanity over Hate" (La Humanidad por encima del Odio), que capta la imagen de un niño frente al muro en la frontera donde se aprecia una puerta abierta y, entre flores, mariposas y colibríes, una niña observando la escena.
El verano pasado, Yrene comenzó a trabajar en el mural a gran escala (3,65 metros de altura) cerca del Capitolio de Arizona como parte de una serie de obras que enmarcaron el décimo aniversario de la controvertida ley de perfil racial SB1070.
“El cortometraje documenta mi proyecto llamado Colors of La Comunidad. Empezamos pintando este mural que exige un cambio y busca terminar con la separación familiar. El documental destaca el arte y activismo y exhibe a la comunidad uniéndose y solidarizándose por lo que creemos que es correcto”, afirmó.
La Morena es una artista de Arizona que reclama sus raíces y activismo a través de sus obras; sus murales se centran en el poder de la comunidad, la familia y la sanación. Ella explica que por medio de su dolor y amor puede transmitir su inspiración a través del arte.
“Volví a pintar en 2011, pero antes estuve aislada del mundo tratando de sobrevivir a la violencia doméstica en la que estuve envuelta durante doce años, infligida por el padre de mis hijos”, recordó.
Mencionó que una vez que logró salir de la relación abusiva fue diagnosticada con depresión. Fue cuando su terapeuta le sugirió dos tipos de tratamientos: uno era tomar medicamentos y el segundo retomar el arte para intentar sanar.
“En 2015 participé en mi primer proyecto con Just Seeds Art Collective, la Organización de Derechos Humanos Colibrí y Netroots. Pintamos un mural sobre inmigración pero fuimos censurados por ser un tema político. Esta fue la primera vez que experimenté esto, pero finalmente conseguí otro muro y pudimos terminarlo. Este proyecto me inspiró a pintar murales y organizar otros proyectos”, expuso la artista.