HAY QUE FORTALECER LA OFICINA DE CORREOS
El temor de los votantes de contraer el coronavirus si concurren a las urnas motivó que la Oficina de Correos pasara a ser una protagonista en la elección de noviembre. Se encargaría de hacer posible el voto de decenas de millones por correo y asegurar que la participación realmente refleje la opinión de la ciudadanía. Es crucial fortalecer al correo para que cumpla su misión, reconociendo que el voto por correo, que generalmente aumenta la participación, ahora, además, salvará vidas. Actualmente, es una opción en 33 estados y DC.
En cambio, la administración Trump está haciendo todo lo contrario, tratando de que millones de personas no voten o que no se cuenten sus votos.
La estrategia del presidente es la usual. Siembra el caos para aprovechar la confusión. Socava la confianza en las instituciones con mentiras y sabotaje. Trump se la pasa anunciando que el voto por correo es una receta para el fraude en su contra sin más fundamento que su palabra de mentiroso crónico. Llegó a decir que los niños robarán los votos en la caja postales.
Su fiel secretario de Justicia, William Barr, agrega sin fundamento que millones de boletas serán impresas en el extranjero y utilizadas para falsificar los resultados. Todo pese a que el voto por correo es una tradición desde las elecciones de 1864.
La Casa Blanca dice que las oficinas del correo no están preparadas para procesar millones de boletas electorales en un corto lapso. Es cierto que la infraestructura necesita refuerzos. Para eso se requieren fondos.
El Presidente designó recientemente al activista republicano Louis DeJoy a cargo de la Oficina de Correos, función para la cual carece de otra aptitud y experiencia que no sea estar al servicio de Trump. Y aunque su misión es hacerla más eficiente, su primera medida fue reducir la cantidad de correo que se distribuye a diario.
El Departamento del Tesoro no ha desembolsado $10,000 millones que el Congreso ya había aprobado para el Correo. Y la Casa Blanca se opone a invertir en la infraestructura electoral miles de millones del paquete de emergencia que negocia con el Congreso.
Además, el mandatario alaba el voto por correo en estados liderados por republicanos como Arizona y Florida, pero presagia “mayor el escándalo de nuestros tiempos” en estados demócratas.
El retraso del Correo en la entrega puede tener un impacto perturbador. La gran mayoría de los estados solo reconocen los votos que llegan hasta el día de la elección. En otros lados el conteo terminará días después.
Trump quiere clamar victoria la misma noche del 3 de noviembre, y luego desautorizar resultados posteriores si pierde. Quiere ganar por todos los medios. Así, por su culpa el país avanza a pasos agigantados a una crisis constitucional sin precedentes.•
Peligro
«La Oficina de Correos tiene que ser reforzada para que no sea cómplice de un robo electoral»