De la pista al diamante
Eddy Álvarez, de ascendencia cubana, tuvo un extraño camino a las Mayores
Debido a un brote de COVID-19 al inicio de la temporada, los Marlins de Miami tuvieron que hacer varios ajustes en su roster para poder regresar al terreno de juego apenas esta semana.
La organización del sur de Florida ascendió a un grupo de ligaminoristas, entre ellos el jugador del cuadro Eddy Álvarez.
De ascendencia cubana, el infielder de 30 años pasó por lo mismo que sus otros compañeros de ligas menores: viajes por múltiples ciudades y jugar en diferentes niveles durante los últimos seis años.
Sin embargo, hay algo que lo separa de los demás: Álvarez es un expatinador olímpico, según un reporte de Matt Monagan para el sitio oficial de las Mayores en español.
El oriundo de Miami pasó su infancia patinando y jugando béisbol. Pero el patinar, a pesar de estar en un clima tropical, comenzó a ser su prioridad.
Álvarez patinaba a lo largo de South Beach, levantando miradas por la velocidad y los trucos que realizaba. Luego llegó al hielo gracias a un expatinador olímpico de velocidad y ganó múltiples torneos nacionales.
Eddy se decidió de manera oficial a la pista de patinaje cuando rechazó una beca para jugar béisbol en la Universidad de San Thomas a finales de la década de los 2000.
Intentó llegar a los Juegos Olímpicos de Invierno de Vancouver en 2010, pero no lo logró. Luego, después de años enfocándose en el patinaje, quedó en el equipo de Estados Unidos para los Olímpicos de Invierno Sochi 2014, en Rusia, convirtiéndose en el primer cubanoamericano en participar en dicho evento.
Álvarez no ganó medalla en las tres carreras individuales, pero consiguió la de plata en los 5,000 metros con relevo.
Manteniendo una promesa que hizo antes de los Juegos Olímpicos, Eddy cambió su enfoque hacia el béisbol a finales del 2014.
“Cuando tomé el bate por primera vez, me sentí en casa. Realmente lo extrañaba. Supe que lo intentaría. No sabía si sería profesional de inmediato. Soy el tipo de persona que no quiere tener ningún arrepentimiento de no haber hecho algo en mi carrera como atleta”, contó Álvarez.
“Renuncié al patinaje en mi mejor momento y básicamente comencé desde cero en otro deporte. Sabía que si no lo intentaba, me arrepentiría”, añadió el infielder.
Luego de batear para .278 en seis temporadas en las Ligas Menores, con un ‘Guante de Oro’ y gran velocidad, Álvarez tuvo una impresionante demostración en el campamento de verano de los Marlins y ahora fue subido al primer equipo.
Se trata, sin duda, de uno de los caminos más extraños hasta las Grandes Ligas.