Lozoya señaló que luego el mandatario y su
Ministro de Hacienda le mandaron usar US$ 5,3 millones en pro del voto por la reforma energética.
Llaman a reconocer los derechos de la juventud
N., acusado de incitar el linchamiento en contra de una persona en la comunidad de Santiago Tianguistenco el 14 de marzo de 2019.
Según las investigaciones, el hombre invitó a los pobladores a tomarse la justicia por mano propia con el argumento de que se trataba de un violador y de querer privar de la libertad a dos menores de edad. El detenido y demás pobladores golpearon al acusado y le rociaron con gasolina. La víctima ardió hasta la muerte como en los tiempos de la inquisición.
La sentencia contra esta barbarie se aplaudió en los círculos de la justicia aunque fue un acción aislada. Por lo común, las autoridades, con ánimo de evadir sus responsabilidades suelen minimizar los hechos bajo el argumento de que las personas fallecidas contaban con antecedentes penales o existía el señalamiento directo de la víctima.
Armando Perez alcalde del municipio de Atzompa, en Hidalgo, justificó recientemente el linchamiento de un asaltante diciendo que “la gente está cansada de tanto robo extorsión y secuestro” aunque parte de estos crímenes deberían ser resueltos por la autoridad que le concede la ley.
La violencia trae consigo otras atrocidades donde ni siquiera la muerte es el objetivo, sino causar el mayor dolor posible como bien documentó a principios de agosto la organización Causa Común.
Por cada delito documentado en México identificó uno o más de un hecho atroz y así contabilizó 10 masacres, 11 asesinatos de niñas, niños y adolescentes, cuatro profanaciones de cadáveres, seis feminicidios, 13 descuartizamientos, 22 torturas, nueve intentos de linchamiento, 16 calcinamientos y cuatro atrocidades de otro tipo sólo en Puebla.
“Hay que analizar el furor que se da en torno a los linchamientos, por ejemplo en las redes, que estamos acostumbrándonos a vanagloriar este tipo de actos y eso es también parte de nuestra desgracia; es decir, es un caldo de cultivo perfecto para la violencia”, recordó Rendón.l