El Gobierno de Guanajuato dio por concluida su
Estrategia “Golpe de timón” tras capturar al líder del Cártel Santa Rosa de Lima, José Antonio Yépez.
Sánchez, JuanMa Mendoza, Medardo Rendón, Luz Adame, Carlos Montiel, J José Gutiérrez, Malena Fuentes, José Tornero, Irene Osorio y
Gerardo Arcos. A cada uno los recuerda Genoveva Balbuena porque en agradecimiento a esos 480 dólares recopilados, ella les bordó una servilleta.
Ella usó el dinero un poco para comer y el resto lo ahorro. Esperó al semáforo verde para reanudar sus actividades, pero como éste no llegaba se movió de nuevo a la CDMX y compró ropa usada y bolsas. Ahora las vende en Facebook live… ¡con mejor suerte!
Acciones urgentes
De las historias narradas a la radio surgen muchos actos filantrópicos, según reconoce el conductor Luis García. De otras empresas de hispanos, también se ha hecho costumbre enviar dinero a México como filantropía, aunque después esas donaciones no puedan deducirse porque tendrían que canalizarse a apoyos ahí mismo, en EEUU.
“Nosotros sabemos que lo que enviamos no deduce impuestos, pero queremos seguir donando a las personas más necesitadas en México”, resume el guerrerense Abath Ramírez, asesor del despacho de abogados Ramírez y Asociados en Atlanta.
“El total del 10% que la empresa canaliza a la beneficencia va para allá”, dice el abogado.
Cada primero del mes, un grupo de personas seleccionadas cuidadosamente reciben un depósito de Ramírez Asociados. Gente como Minerva, quien perdió las manos cuando era niña y ahora vende chicles en los semáforos de la capital mexicana. O como Jessica Monserrat quien, mientras cuida a sus niños como mamá soltera ayuda a recolectar comida para perros callejeros.
O como Arcángel, un joven que quiere ser reportero en Cuernavaca. También a Ana Karen, en San Luis Potosí, quien padece una enfermedad que se conoce como piel de mariposa y con la que, si le da la luz del sol, se despelleja.
Hace poco, se graduó otro de sus protegidos como abogado y muchos muchachos se mantienen alejados de las drogas por el apoyo que reciben para calzados y uniformes en equipos de futbol ‘soccer’.
Abath Ramírez, el más pequeño de seis hermanos y uno de los que emigraron a EEUU cuando tenía 17 años cuenta, al igual que Guadalupe Acosta, que ayudan a gente que no conocen porque en su momento hicieron lo mismo por ellos. “Los que vinimos a EEUU sufrimos de alguna manera aquí y allá”, concluyen.
“Y aquí estamos”.