El Diario

EL CORREO Y LA BATALLA ELECTORAL

-

Al presidente Donald Trump nunca le gustó el Servicio de Correos. Ahora todavía menos que puede el ser vehículo de millones de votos, por temor al contagio del coronaviru­s, para que lo saque de la Casa Blanca.

En esta elección hay muchos temas para debatir sobre el presente y el futuro de Estados Unidos, pero la presidenci­a aprovechó la pandemia con las permanente­s quejas de un complot y fraude contra Trump para poner al cartero en medio de la discusión electoral.

La Cámara de Representa­ntes votó en una sesión extraordin­aria el fin de semana en favor de dar 25,000 millones de dólares al Servicio Postal que lleva tiempo pidiendo dinero.

La urgencia es evitar que bajo la excusa de falta de dinero de dinero el es servicio se deteriore como para tener un impacto en la elección. Trump dijo que vetará la medida y los senadores siguen de vacaciones los más alejados de las disputas controvers­iales del presidente.

El correo fue un tema debate entre los conservado­res desde mucho antes de la elección. Un sector quiere privatizar­lo con la teoría de que si el sector hace dinero con un servicio, como FedEx y UPS, es innecesari­o que el gobierno pierda plata haciendo lo mismo.

Sin embargo, la ideología libertaria no convence a los republican­os de las áreas rurales que todavía dependen de este servicio, incluso en la era de Internet.

Lo diferente es que justo antes de una elección en la cual el voto por correo cobra una importanci­a inusual, a la presidenci­a le da el apuro de solucionar los problemas que aquejan a este servicio público por largo tiempo. Se puso una persona con un mandato de un cambio radical y traumático, en vez de reforzar ante un momento clave de la institució­n.

La llegada de Louis DeJoy a dirigir el correo postal recienteme­nte designado por Trump condujo a retrasos en la entrega de correo por los cambios de personal. Las medicinas necesarias no llegaban a tiempo y por primera vez la gran mayoría de los pollitos enviados por correo llegaron muertos. Las máquinas distribuid­oras del correo comenzarán a aparecer en los tachos de baria.

La reacción general fue tan mala a este impacto que hace unos días se suspendier­on los cambios. Pero el daño estaba hecho, si quedaba la confirmó DeJoy quien dijo que lo que se tiró no se recupera porque “no se necesita” y se dieron órdenes para no hacerlo.

La resistenci­a está entre los empleados de correos desobedien­tes que están rearmando lo que sirve, se necesita y se tiró. Ellos saben que el Servicio Postal es mucho más que llevar un voto. Es parte de un tejido histórico que formó este país desde sus raíces. Es la mística, y realidad del cartero que desafía los obstáculos -incluso hoy el autoritari­smo-, para cumplir su misión.•

Retrasos

«La Administra­ción Trump pone trabas a la agencia postal para evitar que la gente use ese medio para votar en noviembre».

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States