MÉXICO: GUERRA DE VIDEOS COMPROMETEDORES
La filtración de dos videos en los que aparece Pío López Obrador, hermano del presidente de México, recibiendo sobres con billetes supuestamente destinados a fortalecer la causa de Morena, ha puesto en entredicho la imagen de honestidad del presidente y su promesa de erradicar la corrupción a cualquier costo.
Todo indica que la filtración de esos videos, grabados en 2015, es una respuesta a las imputaciones del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, contra prominentes políticos del PRI y del PAN a quienes acusa de haber recibido sobornos a cambio de votar por la reforma energética, así como recursos ilegales de la empresa Odebrecht.
La lista de acusados incluye a los expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Otros implicados son el excandidato presidencial panista Ricardo Anaya, tres gobernadores y varios senadores y diputados. A todos ellos López Obrador los considera parte de la mafia del poder y de la inmundicia que caracterizó a las administraciones anteriores a la suya.
Los videos que muestran a su hermano Pío aceptando de manera clandestina dinero de David León, quien en ese entonces era consultor del gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, representan un serio revés para la credibilidad de López Obrador, quien toda la vida se ha ufanado de ser incorruptible.
El mandatario se ha metido en camisa de once varas porque, al ser interrogado sobre los videos de su hermano, dijo que no se trataba
Revés
El escándalo de corrupción salpica a López Obrador.
de actos de corrupción ni de extorsión sino de simples aportaciones de la gente para apoyar a Morena, que en 2015 ya se había constituido como partido político.
Desde el punto de vista jurídico, las declaraciones del presidente resultan insostenibles porque las leyes establecen que es un delito recibir dinero l y no reportarlo a las autoridades. Esta prohibición tiene como propósito evitar que ingrese dinero ilícito a las campañas políticas.
El asunto, en todo caso, abre numerosas interrogantes que merecen ser disipadas. ¿Por qué se hicieron las aportaciones de manera clandestina? ¿Por qué el dinero no se reportó ante el INE si Morena ya era un partido político? ¿Por qué se grabaron los videos? ¿Quién los filtró?
Por lo pronto, el PAN no se ha cruzado de brazos y ya presentó una demanda ante la Fiscalía General de la República (FGR) para que se abra un proceso contra Morena por los posibles delitos de peculado, desvío de recursos públicos, entre otros.
Las autoridades encargadas del caso deben demostrar ahora que no harán distinciones para aplicar la ley. Lo mismo deben castigarse los delitos de los gobiernos pasados que los del actual pues, como hemos visto, nadie está exento de cometer ilícitos. Y López Obrador haría bien en aplicar aquella máxima de que “el buen juez empieza por su propia casa”.•