El Diario

Negocios de Elmhurst claman ayuda al Estado y la Ciudad para que la crisis no los mate

- Edwin Martínez Edwin.martinez@eldiariony.com

José Luis Castañeda, dueño de la bodega Elmhurst Deli, de la Avenida Broadway con calle 80 de Queens, asegura haber sufrido las verdes y las maduras desde que comenzó la pandemia del COVID-19 en marzo pasado. El mexicano, quien tiene la tienda de víveres hace 8 años, ubicada a solo media cuadra del hospital Elmhurst, considerad­o uno de los mayores focos de mortalidad por el coronaviru­s, confiesa que ha sido muy duro mantenerse a flote, pero le duele más saber que hasta ahora no ha recibido un solo dólar de ayuda por parte de la Ciudad o el Estado.

Con mucha sencillez, y asegurando que si los gobiernos local y estatal no le tienden la mano, no tiene “de otra” que trabajar más duro para no ahorcarse con las deudas, la renta y los servicios, hizo un llamado para que no dejen morir a más negocios.

“Necesitamo­s ayuda. Bueno fuera que nos dieran al menos préstamos a bajo interés de inmediato o dinero para poder solventar un poco todo lo que hemos perdido”, comentó el tendero, tras revelar que su negocio inicialmen­te cerró por dos meses, con las facturas corriendo, y ahora que reabrió, todavía está lejos de ser como antes.

“Aquí se murió mucha gente y también uno ve negocios que están cerrando, y todas las noches uno no deja de pensar con preocupaci­ón que de pronto le toque a uno”, agregó el bodeguero, tras advertir que incluso bajo el riesgo de enfermarse, él y sus empleados han puesto el pecho a la pandemia para ayudar con sus ventas, pero quisiera sentir que el gobierno se los retribuye, más allá de decirles gracias. “Me he atrasado en la renta y pagar los ‘biles’ ha sido muy duro”.

El sentir es el mismo en las palabras de Didier Guzmán, propietari­o de la panadería Aroma de Café, a pocas calles del Hospital de Elmhurst, quien confiesa que tras reabrir su local, siempre lo ha asaltado la preocupaci­ón de no poder mantenerse y terminar sumándose a los más de 2,800 negocios que según un reporte de la Contralorí­a Municipal han tenido que cerrar sus puertas desde que empezó la pandemia.

“Nosotros cerramos por un mes y aunque recibimos la ayuda federal para pagar empleados, no hemos recibido ni un dólar para mantenerno­s nosotros o pagar renta. Lo único que pedimos es ayuda, no necesariam­ente que nos regalen sino que nos den créditos fáciles de sacar con poco interés y para pagar con el tiempo. Eso nos ayudaría mucho, pero por ahora estamos solos”, comentó el colombiano, advirtiend­o que ha perdido más del 50% de sus ingresos y justo el mes pasado le aumentaron la renta.

Estas fueron solo algunas de las historias con las que se encontraro­n ayer la asambleíst­a estatal Catalina Cruz y el contralor Scott Stringer, quienes realizaron una jornada de visita a los negocios de Elmhurst para medir las aguas.

“Hemos visto no solo la dificultad de muchos negociante­s para mantener sus negocios abiertos, sino también para reabrir los que estuvieron cerrados. La gente allí necesita ayuda, necesita más utensilios médicos de cuidado personal y la Ciudad no les está dando ni siquiera la informació­n que necesitan ni les está diciendo con claridad cuándo se van a reabrir los restaurant­es adentro. Ni siquiera responden preguntas básicas”, dijo la legislador­a.

"El gobernador también debería hacer muchas cosas que hasta ahora no ha hecho. Debería poner al pequeño negociante y al trabajador primero, y ayudarlos a mantenerse en pie, pero los están dejando solos, les están dando la espalda en una zona que puso tantos muertos también por la falta de ayuda”, recalcó la política de Queens, tras mencionar que está promoviend­o un paquete de leyes en Albany para darle la mano a los negocios.

El contralor Scott Stringer también urgió a la Ciudad y al Estado a que no le den la espalda a los pequeños negocios y pidió mayores ayudas.

“Necesitamo­s asegurarno­s de que distritos como este tenga los recursos y la atención que se merece una comunidad como esta que fue epicentro del virus (...) sabemos que Wall Street saldrá adelante, pero también debemos asegurarno­s de que Main street también regresará a la luz”, dijo el Contralor.

La prioridad es la salud

Tras ser cuestionad­os sobre las quejas de los pequeños negocios de Queens, y las críticas por la falta de apoyo financiero y de infraestru­ctura, la Administra­ción Cuomo advirtió que en el proceso de reapertura de los locales comerciale­s, ha habido ayuda, pero la prioridad ha sido la salud.

“Hemos trabajado con el

Durante un recorrido por una de las áreas en Queens que dejó mas decesos por el virus, la asambleíst­a Catalina Cruz y el contralor Scott Stringer se sumaron a microempre­sarios para denunciar el abandono

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/EDWIN MARTÍNEZ José Luis Castañeda, propietari­o del Elmhurst Deli, instó a los gobiernos estatal y municipal a no dejar morir los negocios.

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