Jornada de suspenso
El municipio de Guayaquil había cerrado el estadio para el Barcelona vs. Flamengo
El Municipio de Guayaquil se retractó de su decisión de “inhabilitar” el estadio donde se disputaría ayer el partido Barcelona-Flamengo, menos de tres horas después de haberlo clausurado, y dejó la decisión en manos de la máxima autoridad de salud, la cual dio su visto bueno.
“El Estadio Monumental Banco del Pichincha, conocido también como Estadio de Barcelona, se encuentra habilitado para encuentros deportivos de cualquier índole”, rezaba la última decisión del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) municipal, que sólo agregó incertidumbre sobre si se celebraría o no el encuentro.
Aclaró que la resolución se tomaba “luego de la deliberación con las autoridades competentes y en alcance a la resolución previa expedida el día de hoy (ayer)”.
El mismo documento trasladaba al “ente rector de Salud del país” la necesidad de “pronunciarse” sobre “el protocolo a seguir ante los hechos suscitados de casos confirmados de COVID-19 en un grupo de jugadores y cuerpo técnico del Club Flamengo”.
Poco antes de comunicar esa decisión, la alcaldesa Cynthia Viteri había comunicado por redes sociales que “el estadio Monumental no está inhabilitado” y que estaba a “la espera del pronunciamiento del ministro de Salud, en función de establecer si se da o no el partido de hoy (ayer)”.
La aclaración la publicó poco después que en una rueda de prensa el responsable de Salud del Municipio, Carlos Salvador, informara que el escenario estaba “inhabilitado temporalmente”.
El Comité de Operaciones de Emergencia Nacional (COE), tras ser consultado luego de la rueda de prensa,
aseguró por su parte que “en el protocolo aprobado para la disputa de Copa Libertadores no se establece suspender algún partido y que eso se respetará”.