CAMPAÑA SUCIA
En marzo de 2020, Tara Reade, una ex asistente de Joe Biden lo acusó de un supuesto asalto sexual ocurrido en 1993. Después de las investigaciones se llegó a la conclusión que las alegaciones de la señora Reade eran simplemente falsas.
Varios meses después estamos frente a otra historia de similar naturaleza.
Ahora el escándalo gira alrededor de una computadora portátil que supuestamente pertenece a Hunter Biden y en el que se hallaron correos comprometedores que vinculan al hijo de Joe Biden con tráfico de influencias.
Aparentemente Hunter Biden, quien vive en Los Angeles, viajó varios miles de kilómetros a Wilmington, Delaware, para dejar 3 computadoras de su propiedad - con abundante material comprometedor - en una pequeña tienda de reparaciones de equipo electrónico y nunca regresó a retirarlas. El propietario John Paul Mac Issac luego entregó las computadoras al FBI y se quedó con una copia con la información que luego facilitó a Rudy Guiliani. La historia es de por sí absurda por varias razones.
Cualquiera con un mínimo de sentido común sabe que a este nivel, los ejecutivos y políticos se manejan con mucho cuidado y cuentan con equipos de especialistas que se hacen cargo de cualquier requerimiento técnico.
Segundo, ¿Porqué New York Post publica fotos de los supuestos correos y se niega a facilitar a las autoridades los enlaces directos a estos?
Adicionalmente, hay información de organismos de inteligencia que señalan sin dubitación alguna que estos
Patrañas
Hasta ahora no le han dado resultado a Trump.
supuestos correos electrónicos son parte de una red de desinformación manejada desde Rusia.
Especialistas en informática, en asesoría política, y en comunicación social, así como en inteligencia encuentran la historia del New York Post muy poco creíble e imposible de verificar hasta ahora.
Oportuno recordar como van “El mayor escándalo político de la historia de EEUU” según Trump, “Obamagate”; y el “unmaskedgate”.
El primero ha arrojado después de 17 meses de investigaciones - una sanción administrativa para un funcionario menor del buró federal de investigaciones por alterar el texto de un correo electrónico en un reporte. Y aunque la investigación no ha concluido, el obsecuente fiscal general que ha cometido hasta ahora varios crímenes por proteger a Trump, ha sido enfático en señalar que no se espere el procesamiento de ningún funcionario de la administración de Obama.
El segundo caso, el acto de desenmascarar la identidad del general Flynn en la investigación de sus ilícitos ha sido archivado silenciosamente por no haberse encontrado ninguna conducta inapropiada en el proceso legal realizado por la administración de Obama.
Faltan casi 3 semanas para las elecciones presidenciales, vamos a ver con que otras patrañas sale el “consigliere” Guiliani. Por lo pronto esta parece habérseles caído.•