La nuez de la discordia en el conflicto de agua
Nuevo acuerdo binacional deja serio enfrentamiento con tintes de lucha política
Si acostumbras a comer nuez, es probable que formes parte de un problema entre México y Estados Unidos que se tornó dramático en los últimos días cuando los habitantes del poblado de Camargo, Chihuahua, convocados por las campanas, se enfrentaron a la Guardia Nacional con palos para tomar el control de una presa.Hubo dos muertos.
La fiebre de las nueces para las dietas fitness en todo el mundo tiene a los dos países al borde de un conflicto internacional. No es la única causa, pero sí la catapulta, reconocen autoridades, porque el estado de Chihuahua se montó en la tendencia nutricional de “la grasa buena” y se lanzó a lo grande con la siembra de nogal, un cultivo que se chupa millones de metros cúbicos de agua.
“Sólo el municipio de Jiménez produce más nuez pecanera que todo el estado de Texas, Estados Unidos”, presumió en 2017 el Comité Mexicano del Sistema Producto Nuez A.C. con base en un estudio de mercado donde también se dio a conocer que la región chihuahuense produce el 20% de la producción mundial y el 65% en México.
El dato encendió la alerta de diversas instituciones, entre ellas, el Instituto Nacional de Investigación Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Esta última lanzó un año después una alerta roja en su plan hídrico.
“¡Se sembraron 100,000 hectáreas de nuez pecanera en los últimos 10 años!” destaca el diputado local Benjamín Carrera.
Los nueceros chihuahuenses reportaron hace tres años que el municipio de Jiménez es el territorio con mayor superficie de huertas nogaleras en Chihuahua con 11,228 hectáreas. Le sigue en superficie Camargo con 8,539 hectáreas; de las cuales, poco más de 5,000 estaba en producción y 3,500 en desarrollo.
En total, en la entidad hay 115,000 hectáreas y se estima que genera alrededor de 10,000 empleos directos por año y 3.1 millones de jornales.
La apuesta, efectivamente trajo bonanza a los municipios Camargo, Jiménez y los alrededores ubicados en la frontera con el estado de Tamaulipas y Coahuila. Datos oficiales ubican a estos municipios como uno de los más ricos de la región gracias a la agricultura y la ganadería.
Por sus calles áridas se observan circular ostentosas camionetas e imponente maquinaria agrícola como símbolo del poder que les da el agua de los ríos (el 80% del agua en Chihuahua es para uso agrícola) así como la presa La Boquilla.
¿El costo? Una factura que debe pagar porque parte de ese líquido debe compartirlo con Estados Unidos, según un tratado firmado en 1944 por las dos naciones.
El tratado y la política
El acuerdo establece que EE.UU. aportará a México 1,850 millones de metros cúbicos de agua anuales de la cuenca del Río Colorado, mientras a México le corresponde aportar alrededor de 2,158 metros cúbicos en ciclos de cinco años. Los faltantes siempre se deben reponer en el ciclo siguiente.
Y a solo días de finalizar el ciclo 35, en el cual, México debe a su vecino 301 millones de metros cúbicos, el gobierno mexicano anunció el cumplimiento de sus obligaciones.
Para pagar la cuota, el gobierno de AMLO había enviado a la Guardia Nacional desde febrero pasado a la presa
La Boquilla en el municipio San Francisco de Conchos para vigilar los preparativos del trasvase del agua y así cumplir con el tratado, pero hasta ahí llegaron 3,000 agricultores para evitarlo.
“No podemos dejarnos porque aquí todo es agricultura y todos dependemos de ello”, Jorge Aldana, dirigente de la Asociación Agrícola de Camargo.
En septiembre, los agricultores tomaron el control de la presa La Boquilla luego de confrontar con palos y piedras a elementos de la Guardia Nacional, quienes respondieron con gas lacrimógeno, lo que dejó varias personas lesionada y daños a una oficina de la Comisión Federal de Electricidad.
A la par, tomaron el control de las vías del tren y pusieron condición para liberarlas que el Estado les perfore 10 pozos y la construcción de una carretera. “No nos van a arruinar el negocio”, dijo el Aldana, el dirigente campesino.
Hasta el sexenio anterior, el Estado mexicano vio con buenos ojos el crecimiento del cultivo de la nuez y hasta apoyó estrategias para consolidar los mercados en Estados Unidos de América, Canadá, países de la Unión Europea, China, Turquía y Corea del Sur, según información divulgada por la Secretaría de Agricultura.
Pero la sequía en los últimos tres años se agregó a la demanda excesiva de agua que requiere el nogal, además de los cultivos tradicionales (aunque en menor escala) de alfalfa, algodón, avena, cacahuate, cebolla, cereza, chile, manzana, maíz, pistache y trigo.
López Obrador dijo que había algo más: la manipulación política por parte de la oposición —encabezada localmente por el gobernador