Casemiro, el salvador
El brasileño, con gol y asistencia, rescata un punto para los ‘merengues’
Cuando Real Madrid recibía un nuevo golpe de realidad en Europa ante Borussia Mönchengladbach, perdiendo por dos goles como castigo a sus errores defensivos con el doblete de Marcus Thuram, la figura de Casemiro emergió como salvadora.
El brasileño puso cura a la falta de gol madridista con una asistencia a Karim Benzema en el minuto 87 y un tanto salvador en el 93’ que levantó al equipo de Zinedine Zidane de la lona.
No hay Champions tranquila para Real Madrid. La obligada reacción en Alemania llegó a medias y con sufrimiento, gracias a luchar hasta el último segundo.
El Clásico frente al Barcelona tuvo premio para los que lo ganaron. Zidane se olvidó de las rotaciones para repetir un equipo tipo.
Hasta once remates sin gol tuvo la visita en un primer acto. Su único error le costó caro cuando pasaba la media hora. Un mal despeje de Varane, defensa descolocada y pase tenso de Pléa a la espalda de Lucas Vázquez. Apareció en carrera Thuram para hacer el gol en el único disparo a puerta del Gladbach.
Aturdido por el golpe y por la situación de un grupo que se complicaba, Real Madrid se apagó. Marco Asensio, con poco espacio, se topó con Sommer y en la reanudación necesitaba encontrar soluciones a su falta de gol.
El travesaño repelía un nuevo intento del renacido Asensio y Vinicius perdonó con todo para marcar tras un preciso pase de Fede Valverde; Thuram, en cambio, parecía sentenciar. Había salvado Casemiro el primer susto tras un auto pase de Kramer, pero la pasividad defensiva reapareció cuando Pléa probó a Thibaut Courtois
y el rechace lo mandaba a la red Thuram para firmar, ya sin aliento, un doblete.
Zidane recurría a un Eden Hazard sin ritmo y en su zurda estaba meterse de nuevo en el partido tras una gran asistencia con túnel de Benzema. Perdonaba el belga que disparaba al lateral de la red, pero Real Madrid no cesó en sus intentos.
Casemiro había salvado en su área y sacó oro de un centro pasado de Valverde. Dejó el balón a Benzema para que mejorase sus pobres guarismos goleadores del curso
y diese el último aliento con el 2-1.
Fue entonces cuando el brasileño firmó el tanto que da una vida extra a un equipo obligado a mejorar si quiere, al menos, acceder a los cuartos de final de la Champions League, con apenas un punto tras dos partidos, pero la fortuna de un grupo flojo.