El Diario

EL CIELO AZUL DEL ESTADO DE GEORGIA

- Humberto Caspa hcletters@yahoo.com PROFESOR DE ECONOMICS ON THE MOVE

Amenos de una semana de las elecciones presidenci­ales, la atmósfera en Georgia parece estar cambiando de color de rojo a azul. Mientras Donald Trump está incrementa­ndo esfuerzos en los tres estados que le dio la victoria en 2016 (Pennsylvan­ia, Wisconsin, Michigan), Joe Biden está coqueteand­o con el electorado del “peach state”.

El partido político que gane Georgia se asegurará 16 electores. Para Trump es una cuestión de vida y muerte, pero para Biden es simplement­e expandir el mapa electoral para beneficio suyo.

Georgia no está lejos de las aspiracion­es de Biden. En las elecciones intermedia­s de 2018, la candidata a la gubernatur­a de este estado, Stacey Abrams, perdió por una cantidad de 60.000 votos frente al actual gobernador Brian B. Kemp.

Fueron dos factores importante­s que afectaron el resultado de esas elecciones. Inicialmen­te, el voto de los grupos afroameric­anos subió considerab­lemente en las primarias de mayo de 2018. Con relación a 2010, el voto afroameric­ano se incrementó en un 43%. Empero, este aumento no fue suficiente cuando se enfrentaro­n Abrams y Kemp en noviembre de ese año. Les faltó más contundenc­ia.

Por otra parte, la maquinaria republican­a de Georgia hizo todo lo posible para evitar el voto masivo de los afroameric­anos. El fiscal general del estado, Christophe­r M. Carr, utilizó artificios políticos de toda clase para suprimir el voto de este grupo étnico y de otras minorías.

Voto

Miles de votantes demócratas han preferido hacerlo en forma presencial.

No hubo personal adecuado, ni instalacio­nes apropiadas para atender a una cantidad de nuevos votantes. Algunos que permanecie­ron por horas el turno de votar, nunca lograron hacer ese ejercicio democrátic­o. En el momento de votar, nunca hallaron sus nombres en la lista de votantes. A algunos les hicieron firmar unas papeletas electorale­s provisiona­les que, finalmente, no se sabe si fueron o no contabiliz­ados.

Fue una experienci­a dura para muchos y fue también una de las grandes razones para que Stacey Abrams no estuvieras al frente del gobierno de Georgia.

Sin embargo, para las elecciones presidenci­ales del 3 de noviembre de este año, el electorado afroameric­ano de Georgia ha estado dispuesto a permanecer parado –incluso más de 10 horas—, esperando el turno para remitir su voto. Miles de votantes demócratas han preferido hacerlo en forma presencial en vez de enviar su voto por el correo debido al miedo que su voto no logre ser computado.

Así, el estado de Georgia está listo a ser convertido en otro de los estados indeciso. En este momento, las encuestan tienen a los dos contendien­tes al “filo de la navaja”. Sin embargo, Joe Biden tiene la delantera porque de esos miles que votaron en esta semana, la mayoría son demócratas.•

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