El Diario

Vuelve a la vida

El Barça y Messi dominan a una ‘Juve’ que cada vez extraña más a ‘CR7’

- EFE ROMA

El FC Barcelona mostró carácter y se sobrepuso ayer a todas las adversidad­es, tras salir tocado del Clásico perdido contra Real Madrid, lastrado por las bajas defensivas y ante la sacudida que supuso la renuncia del presidente del club, Josep Maria Bartomeu.

El Barça, fiel a su estilo y liderado por Lionel Messi, autor de un gol de penalti, se impuso por un autoritari­o 0-2 al Juventus en Turín, para colocarse como líder del Grupo G de la Liga de Campeones con dos triunfos en igual número de juegos.

Un gol del francés Ousmane Dembelé al cuarto de hora, rubricado en el minuto 91 por un penalti anotado por Messi, dejaron tocado a un Juventus gris, que vivió una nueva pesadilla europea sin Cristiano Ronaldo, quien no pudo reencontra­rse con Messi al seguir positivo por coronaviru­s.

Intentó cambiar la historia Álvaro Morata, al que fueron correctame­nte anulados tres goles por fuera de juego, pero el veredicto del campo fue merecido para un Barcelona que, de tener más pegada, habría sellado su primera victoria en Turín con un resultado mucho más abultado.

En un Juventus Stadium desierto, Barcelona, en el que el técnico Ronald Koeman realizó cinco cambios con respecto al cuadro inicial del Clásico, con Antoine Griezmann, Dembelé, Miralem Pjanic y Sergi Roberto de titulares, impuso su estilo desde el comienzo al ritmo de Messi.

El argentino mandó en posición de tres cuartos y dirigió un festival de combinacio­nes y jugadas ofensivas que llevaron al límite a la zaga juventina, huérfana del holandés Matthijs De Ligt y Giorgio Chiellini y con un Leonardo Bonucci que se recuperó a última hora.

En poco más de 120 segundos, Bonucci repelió un remate de Messi dirigido al fondo de las mallas, Pjanic avisó a su excompañer­o polaco Wojciech Szczesny y Griezmann sacudió un poste con un potente zurdazo.

Fue más ordenado el Barça en la gestión del balón y su superiorid­ad se concretó en el cuarto de hora, cuando Dembelé regateó a dos rivales y liberó un remate de pierna derecha que, desviado por Federico Chiesa, acabó al fondo de las mallas.

La reacción de Juventus a encabezó la técnica del sueco Dejan Kulusevski y Morata, quien anotó al 15’ y 30’, pero en ambos casos salió en centimétri­ca posición adelantada.

En la reanudació­n también vio anular un tercer gol por el VAR, por otro milimétric­o fuera de juego y todo se quedó en sustos para Barcelona, que acabó plasmando su dominio con el 2-0, después que un penalti cometido a Ansu Fati fue transforma­do por Messi para el definitivo 2-0.

El equipo azulgrana se colocó líder en solitario con seis puntos en el Grupo G, con Juventus segundo con tres unidades. Dinamo Kiev y Ferenvaros cierran la clasificac­ión con un solo punto .

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